Tres sagas de fantasía hechas en Chile

Por Pablo del Valle

El género de la fantasía lleva décadas cautivando a miles de lectores jóvenes y adolescentes a lo largo del planeta. Sagas como Harry Potter o La materia oscura se han convertido en fenómenos de la literatura juvenil que han ampliado su alcance luego de ser adaptadas a famosas películas y series. En Chile el género también se ha alzado como el favorito de muchos lectores, liderando ventas, préstamos y encuestas de gusto lector. Aunque los títulos más famosos proceden de EEUU, Inglaterra y otros países del hemisferio norte, durante la última década un grupo de autoras y autores chilenos ―en su mayoría millenials― han publicado sagas de fantasía muy bien valoradas por el público juvenil que merecen seguir siendo leídas y recomendadas. ¿Quieres conocer algunas de ellas? Te las presentamos a continuación.

LAS MEMORIAS DEL JURAMENTO

Las memorias del juramento es el nombre de la trilogía de fantasía épica escrita por el chileno Joseph Michael Brennan, que es el pseudónimo del joven historiador y novelista Exequiel Monge Allen. La saga fue publicada por editorial Montena y está compuesta por tres tomos titulados Las cenizas del juramento (2016), El príncipe de los cuatro vientos (2016) y La sangre de los dioses (2018).

La historia se ambienta en la República de los Cuatro Vientos, un país con sus propios mapas, sistemas de magia y conflictos políticos que recuerda a escenarios clásicos del género iniciado por J. R. R. Tolkien. Los protagonistas de la historia son dos adolescentes: Thamuz, un joven huérfano que vive en una ciudad perdida en las montañas; y Tarian, un príncipe heredero que huye de un asesino conocido como la Bestia. Cuando el destino une sus caminos, comienza para ambos un largo viaje del héroe.

Los libros destacan, entre otros aspectos, por la agilidad de su narración, la detallada descripción de sus combates y la originalidad de sus diferentes ciudades y culturas. Estos elementos hacen que sea inevitable imaginar más de una escena en formato de película o serie de televisión. ¿Ha pensado el autor alguna vez en esta posibilidad? Un dato curioso es que, cuando le han preguntado por esta idea, Joseph Michael Brennan ha respondido que siempre imaginó sus libros convertidos en un animé.

YACAY

Esta saga, publicada por editorial Amanuta, es obra de la periodista y escritora chilena Luz María del Valle. Las ilustraciones que dan vida a las portadas y a muchas de sus páginas son creación de la ilustradora Francisca Mencarini. A diferencia de Las memorias del juramento, esta trilogía está orientada especialmente a un público infantil, aunque podría ser disfrutada por lectores de todas las edades.

La historia se ambienta en un mundo maravilloso habitado por una colorida fauna de criaturas fantásticas enemistadas entre sí, entre las que están los volocordos ―seres de piel celeste, plumas en la cabeza y alas de colores en sus espaldas―  los maullianos ―hombres y mujeres-gato especialistas en la caza― y los guácaros, unos seres violentos con aspecto de perro.

 El protagonista de la historia es Yacay, un niño volocordo hijo de reyes que, a diferencia del resto de su especie, nació sin la capacidad de volar. A lo largo de la saga, Yacay emprende un viaje por los diversos rincones del mundo que dan nombre a las entregas de la trilogía: Yacay en las tierras del buen viento, Yacay rumbo a las llanuras kaibas y Yacay en la isla de la furia. En cada uno de estos lugares el protagonista entablará amistad con personajes de distintas razas, en un relato que explora el valor de la diversidad a través de la acción, el humor y la ternura.

ZAHORÍ

Esta última saga, más extensa que las anteriores, nace de la imaginación de Camila Valenzuela León, escritora y doctora en literatura. Está compuesta por tres volúmenes titulados El legado (2013), Revelaciones (2014) y La rueda del Ser (2016), publicados por editorial SM.

La narración arranca con la llegada de cuatro hermanas a la casona de su abuela en Puerto Frío, un remoto pueblo en el sur de Chile. En este nuevo comienzo, Marina, Manuela, Magdalena y Matilde Azancot se enfrentarán a los misterios de su linaje familiar y conectarán su pasado y su destino a través de la magia. Este relato, marcado por talismanes y madiciones, explora la búsqueda de identidad de sus personajes en un paisaje poblado de alerces milenarios que recuerda, no por casualidad, a los ancestrales bosques de Irlanda.

Además de contar una historia cautivante para un público adolescente, la saga destaca por estar escrita con un cuidado estilo narrativo y una perspectiva feminista original y consciente. Este sello puede encontrarse en toda la obra de Camila Valenzuela, que también ha publicado interesantes reversiones de cuentos de hadas en Nieve negra (2014), Las durmientes (2019) y De bosque y cenizas (2021).

Las trilogías que hemos revisado en esta nota pueden encontrarse en muchas librerías a lo largo del país y en la mayoría de las bibliotecas del proyecto Viva Leer Copec. ¿Veremos algún día estas u otras sagas chilenas adaptadas a la pantalla del cine? La posibilidad parece lejana, aunque no del todo imposible. Por ahora tenemos un gran motivo para celebrar, y es que en Chile se están publicando sagas de fantasía juvenil de alta calidad literaria que nos dan excelentes razones para seguir leyendo y promoviendo la lectura.