En este artículo

Cuentos de la tradición oral, entrevistas de astronautas, poemas e historias surrealistas: en esta nueva entrega María José Ferrada hace un recorrido por libros, para distintas edades, dedicados a nuestro bello satélite.

La Luna es una de las cosas más generosas que nos ha pasado. No distingue época –ahí ha estado acompañándonos desde el principio y todavía sigue– ni edad: desde las primeras palabras de los niños, hasta cuentos que explican el origen del mundo, pasando por poemas y tratados de astronomía. Por todas partes, se asoma la Luna.

Los astronautas han traído de vuelta de sus viajes algunas noticias de ella. Están de acuerdo en algo: la luna es un lugar silencioso y también un perfecto observatorio desde donde mirar, con ojos de niño o niña, nuestra casa. Vista desde allá, según Neil Amstrong –el primer ser humano en pisar la superficie lunar– la Tierra se parece a una arveja azul. A James Irving –el octavo hombre en pisar la Luna– le recordó, en cambio, a una bolita de vidrio.

Merecidamente, nuestro satélite natural es protagonista de muchos libros dedicados a niños y niñas. A continuación, algunas recomendaciones para ellos, más una –imperdible– para jóvenes y adultos.

Ilustración interior de “Hombre Luna”. Créditos: Libros del Zorro Rojo.

Hombre Luna

Tomi Ungerer
Libros del Zorro Rojo, 2012

Publicado originalmente en 1967, este libro cuenta la historia del Hombre Luna que, “hecho un ovillo en su casa de plata”, veía a la gente bailar en la Tierra. “¡Si al menos pudiera unirme a su diversión solo una vez!”… “La vida aquí arriba es tan aburrida...”, se lamentaba. Hasta que un día, gracias a la ayuda de un buen cometa, dispuesto a ofrecer su cola como medio de transporte, el deseo se hace realidad.

Podría haber sido una buena aventura, pero la desconfianza ante lo diferente –tan propia de nuestra especie– lleva a los seres humanos de la historia a perseguir al amable visitante. Por suerte el Hombre Luna no pierde su buena estrella y encuentra en el camino a un ser dispuesto a prestarle ayuda.

Una historia que invitará a niños y niñas –y también a los grandes– a reflexionar en torno a los niveles absurdos a los que puede llegar nuestra intolerancia, contada con la elegancia y el humor de ese otro hombre venido del espacio que fue el gran Tomi Ungerer.

Ilustración interior “Noche antigua”. Créditos: Fondo de Cultura Económica.

Noche antigua

David Álvarez
Fondo de Cultura Económica, 2017

“Amanecerá. Cuando el Sol tome su lugar en el firmamento y despeje las sombras de nuestra memoria, recordaremos las historias que los abuelos nos contaron. Entonces, distinguiremos en la luna el delicioso pulque que el tlacuache bebe cada noche…”. Este álbum nos habla de una amistad tan antigua como el mundo: la de la Luna con los animales, específicamente con el conejo y el tlacuache que en este cuento, que combina distintos relatos de la tradición oral, ayudan a la Luna en su ciclo. Se trata de un trabajo inspirado en el pensamiento mesoamericano que concibe el origen de las cosas de manera dual: día-noche, vida-muerte, calor-frío, abajo-arriba, oscuridad-luz, entre otros elementos que al oponerse mantienen el equilibrio.

Las ilustraciones silenciosas tienen la virtud de permitir que cada lector, independiente de su edad, busque en su interior las palabras justas que le permitan dar voz a este antiguo relato, lleno de sabiduría, que nos recuerda que somos parte de un sistema en el que las distintas especies interactúan, generando el ciclo de muerte y renacimiento que se repite, por todas partes, una y otra vez. Una y otra vez…

Ilustración interior “La luna de Kiev”

La luna de Kiev

Gianni Rodari y Beatrice Alemagna
¡Álbum!, 2022

Apenas unas horas después de que el presidente de Rusia ordenara la invasión de Ucrania, en febrero de 2022, desatando una guerra que, hasta el momento, ha costado la vida de nueve mil civiles y decenas de miles de soldados, La luna de Kiev del pedagogo y escritor Gianni Rodari se viralizó en redes sociales. Las palabras, sencillas y luminosas, contrastaban con lo inexplicable: otra vez, guerra.

El escritor italiano se pregunta en el poema lo mismo que muchos niños y niñas que de noche, miran por sus ventanas: “¿Será la luna de Kiev tan hermosa como la luna de Roma? / ¿Será su hermana o es ella la que asoma?”.  Y quién sabe si Rodari, además de haber escrito algunos de los cuentos más bonitos y divertidos de la literatura infantil del siglo XX, tuvo la capacidad de viajar en el tiempo. Porque el poema continúa así: “¡Siempre soy la misma!» –la Luna protesta– / ¡No creas que soy un gorro de noche en tu cabeza! / Viajando por el cielo, doy luz al mundo entero, de la India al Perú, del Tíbet al mar del Norte, y así viajan mis rayos, sin pasaporte”.

La Luna, que tanto ha visto, parece conocer, mucho mejor que nosotros los seres humanos, el valor de la hermandad y la libertad. Por lo mismo, tal como nos lo recuerda este poema, hacemos bien en mirarla de vez en cuando y continuar haciéndonos preguntas.

Regreso a la Tierra, memorias y reflexiones de nueve astronautas al volver del espacio

Varios autores
Editorial Gris Tormenta, 2019

Neil Armstrong ingresa en una cuarentena para no esparcir los gérmenes lunares. Al Worden compara las sensaciones del espacio profundo con las llanuras abisales del océano y Edgar Mitchell pasa el resto de su vida tratando de explicarse qué fue lo que vio…

En este libro, astronautas que fueron al espacio en distintos viajes, cuentan lo que vieron y pensaron al mirar la Tierra desde lejos. Buscan palabras para explicar eso que solo ellos han visto y que los hizo experimentar desde cambios físicos a giros en su forma de ver la vida. Los astronautas se preguntan, por ejemplo, cómo se explica lo inmenso o si existirá alguna metáfora que les permita hablar sobre el silencio y la sensación de levedad que sintieron cuando estuvieron ahí.

El lenguaje común, a medida que quienes hicieron ese impresionante viaje intentan explicar lo que vieron, se vuelve poético y tiene la fuerza de las asociaciones que hacen niños y niñas cuando intentan explicarse la vida: la Tierra, las estrellas y ese círculo que alumbra, ahí arriba y que, aunque llega la noche, no se duerme.