El estreno de House of the Dragon, la esperada precuela de Game of Thrones, ha vuelto a traer a la televisión a las míticas criaturas aladas que han brillado desde siempre en la literatura de fantasía. En esta nota revisamos esta y otras adaptaciones de sagas literarias que nos han prometido, con mayor o menor éxito, hacernos volar en lomos de dragones.

Por Pablo del Valle

Desde su nacimiento la literatura de fantasía ha estado habitada por dragones. Aparecen con distintos nombres en antiguas leyendas de todas partes del mundo, desde Japón hasta Centroamérica, pasando por las diversas culturas del continente europeo. Desde las leyendas del Rey Arturo hasta las sagas de fantasía del siglo XXI, son cientos los relatos que han encantado a su público con la presencia de estas fascinantes criaturas. Y aunque sobre sobre el papel parece ser relativamente fácil describirlos e imaginarlos, el desafío se vuelve enorme cuando es momento de representarlos en el cine o en la televisión.

En los últimos cincuenta años muchos dragones han hecho arder las pantallas en distintas adaptaciones de libros de fantasía. Los más antiguos han quedado en la memoria más por su carisma que por su calidad de animación, como Falkor, el dragón de La Historia Interminable, un libro escrito por Michael Ende en  1979 y adaptado al cine en 1984. Los más recientes han destacado por su diseño, como Smaug, el dragón que custodia la Montaña Solitaria en la segunda película de El Hobbit (basada en la obra de JRR Tolkien); o los dragones a los que se enfrentan los estudiantes en la película Harry Potter y el Cáliz de Fuego (basada en la obra de JK Rowling). Aun así, gran parte de los dragones literarios siguen siendo un anhelo para los directores de cine y una promesa para los espectadores que desean ver más alas, escamas y fuego en la televisión. ¿Qué otros dragones forman parte de esta promesa? Lo revisamos a continuación

House of the Dragon es la nueva apuesta de HBO para ampliar el universo de Game of Thrones (Créditos: HBO)

Desde su nacimiento la literatura de fantasía ha estado habitada por dragones. Aparecen con distintos nombres en antiguas leyendas de todas partes del mundo, desde Japón hasta Centroamérica, pasando por las diversas culturas del continente europeo. Desde las leyendas del Rey Arturo hasta las sagas de fantasía del siglo XXI, son cientos los relatos que han encantado a su público con la presencia de estas fascinantes criaturas. Y aunque sobre sobre el papel parece ser relativamente fácil describirlos e imaginarlos, el desafío se vuelve enorme cuando es momento de representarlos en el cine o en la televisión.

En los últimos cincuenta años muchos dragones han hecho arder las pantallas en distintas adaptaciones de libros de fantasía. Los más antiguos han quedado en la memoria más por su carisma que por su calidad de animación, como Falkor, el dragón de La Historia Interminable, un libro escrito por Michael Ende en  1979 y adaptado al cine en 1984. Los más recientes han destacado por su diseño, como Smaug, el dragón que custodia la Montaña Solitaria en la segunda película de El Hobbit (basada en la obra de JRR Tolkien); o los dragones a los que se enfrentan los estudiantes en la película Harry Potter y el Cáliz de Fuego (basada en la obra de JK Rowling). Aun así, gran parte de los dragones literarios siguen siendo un anhelo para los directores de cine y una promesa para los espectadores que desean ver más alas, escamas y fuego en la televisión. ¿Qué otros dragones forman parte de esta promesa? Lo revisamos a continuación

El dragón Smaug se enfrenta a Bilbo Bolsón en la segunda entrega de El Hobbit ( Créditos Warner Bros)

Eragon: una segunda oportunidad para los dragones

El año 2003 se publicó un libro destinado a acercar el universo de los dragones a miles de lectores adolescentes a lo largo del mundo. Se trata de Eragon, escrito por Cristopher Paolini, quien comenzó a redactar la historia cuando tenía solamente quince años. El libro narra el viaje de Eragon, un muchacho que encuentra un huevo de dragón en un olvidado rincón del continente de Alagaesia. La historia continuó con la publicación de otros tres tomos: Eldest (2005) Brisingr (2008) y Legado (2011),que desarrollanlas aventuras del protagonista junto a su dragona Saphira.

El primer libro fue adaptado a una película en 2006 a cargo de 20th Century Fox, pero el fracaso de taquilla y la cantidad de críticas negativas fueron tales que se decidió no rodar las películas siguientes, dejando a muchos lectores con deseos de ver con vida al resto de los dragones de la saga. Hace pocos meses este anhelo ha vuelto a hacerse posible, pues Disney + ha confirmado que está desarrollando una serie con Cristopher Paolini como coguionista, de la que aún no se sabe la fecha de estreno.

Tiempo de dragones: una épica inconclusa

La esperanza de ver dragones surcando los cielos de Latinoamérica fue recogida por Liliana Bodoc, considerada como la mayor exponente de la alta fantasía en nuestro continente. Luego del éxito que tuvo su obra más conocida – la premiada Saga de los Confines – la escritora argentina probó suerte con una nueva saga titulada Tiempo de Dragones, en colaboración con Ciruelo Cabral, un reconocido ilustrador de fantasía. La historia narra el crecimiento de Nulán, un niño elegido para reestablecer la antigua armonía entre humanos y dragones, en una atmósfera latinoamericana delineada por la inigualable prosa poética de la autora. La obra estuvo pensada desde el principio para ser adaptada al cine a cargo del productor de efectos especiales Pablo Helman, con la colaboración del dúo creativo original.

 Los dos primeros libros, La profecía imperfecta (2015) y El elegido en su soledad (2017 ), tuvieron una interesante recepción,  pero la historia quedó en suspenso luego del fallecimiento de Bodoc, en un incidente que enlutó al mundo de la literatura juvenil y que terminó por diluir el sueño de llevar la historia al cine. Uno de los mayores consuelos fue anunciado este año con la publicación del último libro de la saga: Las crónicas del mundo (2022), terminado por Galileo y Romina Bodoc, quienes culminaron la obra de su madre valiéndose de antiguos apuntes y conversaciones.

Ilustración de Ciruelo Cabral para la saga Tiempo de Dragones de Liliana Bodoc (Créditos: editorial Plaza & Janes)

Game of Thrones y House of the Dragon: el universo de GRR Martin

Si hay un autor que se ha encargado de fascinar a las audiencias del siglo XXI con historias de dragones, ese es GRR Martin. Su saga Canción de Hielo y Fuego fue adaptada para convertirse en una de las series más populares de la historia de la televisión: Game of Thrones, producida por HBO. La historia de los Siete Reinos, además de estar marcada por sus intrigas políticas y por la inminente llegada del invierno, siempre estuvo amenazada por los tres dragones que crecían al otro lado del mar bajo la protección de Daenerys Targaryen.  AunqueRhaegal, Viserion y Drogon tuvieron un papel importante en las últimas temporadas, no aparecieron tanto en pantalla como les hubiera gustado a muchos espectadores. La respuesta a este deseo se concretó poco después, cuando HBO anunció el estreno de un spin-off  con una premisa en forma de promesa: esta vez veremos muchos más dragones.

La promesa se cumplió hace pocas semanas con el estreno de los primeros capítulos de House of the Dragon, la nueva apuesta de HBO que se presenta como precuela de Game Of Thrones y que promete brillar con luces propias a lo largo de diez capítulos. La serie cuenta con GRR Martin dentro del equipo de guionistas y está basada en su libro Fuego y Sangre (2018), que narra la historia de la casa Targaryen, conocida por el poderío de sus dragones.

La trama se centra en una violenta guerra civil recordada como la Danza de Dragones, que remeció a la casa Targaryen casi dos siglos antes de los acontecimientos narrados en Game of Thrones. Distintos miembros de la familia real, entre los que destacan la princesa Rhaenyra, respaldada por su dragona Syrax, y el rebelde Daemon, acompañado de su dragón Meraxes, son los protagonistas de una historia que ha prometido mostrar más dragones que ninguna otra producción en la historia de la TV, con el altísimo nivel de efectos especiales, dirección artística y construcción narrativa que requiere una serie de tan grandes dimensiones.