No hay hadas y duendes, sino que brujos, persecuciones y mucha sangre. La novela del chileno Daniel Villalobos es agilísima y tiene todos los ingredientes para que la leamos pegados al asiento, como si estuviéramos frente a una película de acción hollywoodense.

El tren marino (Laurel Editores) es una novela de fantasía oscura. No hay hadas y duendes, sino que brujos, persecuciones y mucha sangre. La novela —del chileno Daniel Villalobos—es agilísima y tiene todos los ingredientes para que la leamos pegados al asiento, como si estuviéramos frente a una película de acción hollywoodense.

En todo Chile desaparecen niños. Se habla de una banda que los rapta, de trata de blancas, pero la explicación es otra: el tren marino, un enigmático ser que ronda el mundo hace miles de años y que ahora ha resurgido en Chile, alimentado de su sangrienta historia. Su movilidad ahora se ha multiplicado gracias a la publicación de un libro horrible, que se ha convertido en un best seller y está ahora en las manos de miles de niños chilenos: El tren marino, de Otto Von Hoschenbahch, ilustrado por Helena G. Pereira. Es precisamente Helena Pereira una de las protagonistas de esta historia, acompañada por Catalina, una niña que busca a su hermano perdido.

05_laurel_tren_150313-page-001

Nunca antes, probablemente, una novela de estas características había ocupado a Chile como escenario. Como “Dark fantasy”, la ha definido el escritor Jorge Baradit. Que sea de fantasía y que una de las protagonistas sea una niña no debe llevar a confusiones: este no es un libro para niños. Hay sangre y retorcidos personajes. Probablemente se puede hacer un paralelo con Game of Thrones, libro de G. R. R Martin que tiene a magos, princesas y dragones, pero también sexo y violencia.

La acción es continua. Helena y Catalina buscan respuestas en el sur de Chile mientras son perseguidas por sanguinarios detectives. La acción se intensifica en cada página, así como la aparición de extraños personajes: brujos, cofradías, pesadillas que se hacen realidad. Todo Chile, incluido su presidente, están en el paso del tren marino.

Esta es la primera novela de Daniel Villalobos (Temuco, 1974), escritor y periodista, que antes había publicado el libro de crónicas El sur. Parte de su experiencia como narrador, Villalobos la ha obtenido como comentarista de cine y como escritor de guiones cinematográficos. Villalobos escribe esta novela sin duda influenciado por el cine. La narración se afirma particularmente en los diálogos y en la descripción de imágenes. Tampoco faltan las grandes explosiones. Como hábil narrador, Villalobos deja al lector atrapado desde la primera hasta la última página, en una aventura que poco a poco va revelando sus misterios.