¿Duermen las nubes? ¿Quién inventó las lámparas? ¿De dónde vienen los grillos? Los niños nunca se cansan de hacer preguntas. Y es que hay un tiempo en que los seres y las cosas parecen ser un misterio que exige ser interrogado. A continuación, algunos libros que pueden ser una buena compañía en la ruta de la curiosidad.

Por María José Ferrada

En Una frescura en el centro del pecho: el libro ilustrado en el crecimiento y la vida interior de los niños (Topipittori, 2019), Silvia Vecchini habla de niños y preguntas. Según cuenta en la introducción a su luminoso estudio, las madres de niños entre dos y cuatro años reciben nada menos que un aluvión de trescientas preguntas cada día.

En la mayoría de los casos, explica la autora italiana, los adultos respondemos sin dar una explicación real. A los niños no les queda otro camino que buscar sus propia respuestas ( “¿Por qué debemos poner las herramientas en la caja? Ah, deben ir a dormir”). No se trataría  para ellos de un simple ejercicio de socialización –preguntar para entablar una conversación–  sino de una compleja construcción de sentido levantada, como si de un puente hecho con legos se tratara, en base a causas, efectos y relaciones. Y es que los niños, a diferencia de muchos adultos, quieren comprender: ¿Por qué moja el agua?¿Dónde se fue el abuelo? ¿Por qué debes ir al trabajo? Las preguntas no parecen tan diferentes de las que se hacen científicos, filósofos o sociólogos.

Este río de curiosidad disminuye de manera abrupta, según observa Vecchini, a partir de los cuatro años. ¿Será que un buen día las preguntas  se agotan? ¿O que los niños que al no encontrar respuestas, simplemente deciden dejar de compartirlas? ¿Le interesan estas preguntas a nuestros sistemas escolares?  No existen respuestas fáciles –ya los saben los menores de cuatro años–  pero sí algunos libros que, acompañan a quienes, independiente se su edad, han decidido no darse por vencidos. Escritos no necesariamente para niños, invitan a los lectores no abandonar la costumbre de mirar al mundo e interrogarlo.

LA GRAN PREGUNTA

Wolf Erlbruch
Kókinos, 2005

Para la pregunta más grande de todas no hay una única respuesta. El gato, la abuela, la piedra, el jardinero, el conejo, el perro, la mamá, el marinero e incluso la muerte –esa pequeña calavera–, han encontrado, cada uno, una solución diferente.

Y es que esa respuesta parece ser ante todo una búsqueda personal de algo que no se deja atrapar tan fácilmente. Los adultos le llamamos la pregunta por el sentido de la vida, pero los niños, tras leer este libro, seguro encontrarán formas nuevas de llamarla. Y también de responderla, a lo largo de la vida, porque tal como sugiere la hoja en blanco al final del libro, la respuesta gran pregunta va cambiando y creciendo con nosotros.

El autor alemán Wolf Erlbruch, una vez más, demuestra en este libro su capacidad para volver concreto lo abstracto sin quitarle por eso la profundidad propia de los temas que ha trata en sus libros: la soledad, la muerte, el sentido de la vida, parecen, gracias a su palabras y dibujos, cuestiones que, si bien no llegaremos a entender del todo, sí podemos interrogar. Otra vez: que vivan las preguntas y su ayuda en el intento comprender ese asunto tan misterioso que es la vida.

Ser o no ser... una manzana (Libros del Zorro Rojo, 2019)

 

SER O NO SER... UNA MANZANA

Shinsuke Yoshitake
Libros del Zorro Rojo, 2019

El autor japonés parece compartir con los niños una importante creencia: nunca está de más cuestionar lo evidente. Porque eso que está ahí es una manzana, pero ¿qué significa eso en realidad? La pregunta, tomada del soliloquio de Hamlet, lleva al protagonista por un camino incierto:  que todos sean manzanas, excepto él o que la manzana sea en realidad una reencarnación de su tatarabuelo, son solo algunas de las posibilidades.

Frases como “podría ser” o “quizá sea” ponen en marcha suposiciones tan lógicas como disparatadas. La pregunta vuelve a ser una puerta de entrada a cuestiones filosóficas y las manzanas –o el mundo entero– objetos a los que mirar con una mezcla de sospecha y admiración.

El libro de las preguntas (Enchanted Lion Books, 2022)

EL LIBRO DE LAS PREGUNTAS

Pablo Neruda, ilustrado por Paloma Valdivia
Enchanted Lion Books, 2022

En esta obra póstuma, publicada por primera vez en 1974, Pablo Neruda intenta averiguar el mecanismo de las cosas. En sus 74 capítulos no encontramos ninguna respuesta, pero sí algunas de las interrogantes más bonitas de la poesía chilena: ¿Por qué los inmensos aviones no se pasean con sus hijos? ¿Cuál es el pájaro amarillo que llena el nido de limones? ¿Por qué no enseñan a sacar miel del sol a los helicópteros? ¿Dónde dejó la luna llena su saco nocturno de harina?

Cuentan que Neruda escribió estas preguntas a lo largo de su vida, dedicándolas a personas, animales, minerales y objetos. La materia, que tanto interesó al poeta, fue interrogada con las que creemos fueron las mejores palabras que el poeta pudo encontrar entre las tantas que conocía: palabras simples y al alcance de cualquiera. Si es verdad eso de que algunos tienen un pasillo por el que vuelven de vez en cuando al tiempo de la infancia, seguro que él tenía uno. Quién sabe si solo fue cosa de volver en el tiempo y recoger las preguntas que había sembrado de niño. Ilustrado por artistas como Paloma Valdivia, Isidro Ferrer y Fito Holloway –que seguro también tienen un pasillo de esos–  este libro es una buena compañía para curiosos de cualquier edad.