Conversamos sobre mediación y poesía con la especialista en literatura infantil y juvenil española, quien participó durante este mes en el encuentro virtual iberoamericano Festival Milhojas, organizado por Fundación Mustakis. Por: Matilde Sandoval, asesora de proyectos de la región del Maule.

Mar Benegas es una escritora que ha descubierto en las palabras el misterio y el asombro. La poesía infantil ha sido su modo de crear un refugio para ella y sus lectores, ese camino la ha llevado a escribir hermosos trabajos literarios como: A lo bestia, Versos como una casa, ¿Qué soñarán las camas?, Blanco como nieve, la antología, 44 poemas para leer con niños, y talleres prácticos como A juego lento taller de poesía, entre otros, los que se han transformado en referente para mediadores y que han encantado a niños, familias, docentes y bibliotecarios de todo el mundo.

“Descubrir las bibliotecas se convirtió en un espacio tan mágico” rememora Mar, en una conversación a través de videollamada. Sonríe a través de la pantalla mientras le pregunto por sus primeros acercamientos a la lectura.  “Siempre he sido muy imaginativa y muy inventiva: era escribir, dibujar y escribir, pues a los 10 años sin saber lo que era la poesía yo ya escribía poemas con rima incluso, no sabía, nunca me habían hablado de la poesía no sabía nada que era, ni como se escribía sin embargo ya usaba los textos para ayudarme a vivir cuando me sentía mal, escribía desde siempre, ese fue mi primer contacto con la lectura y la escritura.”

De niña, ¿Cuáles fueron tus autores favoritos?

Cuando era niña, como no tenía muchos libros en casa y no había hábito lector, lo que leía, y lo que estaba de moda en aquella época, de hecho, ahora no me interesa. Recuerdo con mucho cariño las minas del rey salomón que fue la forma de trasladarme a África que fue cuando yo me di cuenta realmente lo que era un libro de qué manera podía llegar a vivir otra cosa diferente a lo que estaba viviendo y después un libro que me fascina todavía es un libro de mitos y leyendas iberoamericanos que es de Anaya y que está ilustrado precioso y que fue también un libro que adoré pero cuando yo realmente me hice lectora fue en la adolescencia, cuando yo empecé a leer a leer, fue cuando descubrí a Herman Hesse, Anaïs Nin, Jack London, a todos estos autores que fui leyendo de mayor a lo mejor a los 14 a los 15 años, fue cuando empecé a leer de manera más compulsiva y de ahí fue todo, pues una evolución.

Cuándo no hay libros en casa, ¿qué podemos hacer para acercar los libros a los niños y niñas?

Yo creo que es interesante el concepto de libros viajeros, las recomendaciones entre iguales, que haya un ranking donde sean los niños los que digan los libros que recomiendan y por qué, y que sean ellos los que explican o hacer un club de lectura, que tengan que llevarse a casa y luego regresarlo, que se impliquen de alguna forma y que se les escuche lo que tienen que decir, el problema de la lectura escolar es que es una obligación, no hay una lectura por puro crecimiento, de crecer como ser humano, de que te guste, que tengan un buen abanico de libros y que puedan elegir y dar su opinión, sean realmente respetados y que tengan su itinerario lector, que también es muy importante porque a veces empezamos con niños mayores que no han leído nunca y entonces hay que empezar por abajo, la complejidad se va adquiriendo según se va teniendo destreza. No creo que sea necesario que en la casa se lea para que la persona vaya a ser lectora, es verdad que ayuda muchísimo, pero creo que, si puede haber un núcleo lector que sea el que alimente a la infancia que no sea la casa, porque si no muchas de las personas que hemos crecido en hogares sin libros no leeríamos directamente, en mi caso ni siquiera se me incentivo desde la escuela, y es allí cuando la biblioteca tiene que estar.

 ¿En qué momento llega la poesía?

En la adolescencia también, ahí me di cuenta que lo que yo escribía era poesía, y era poesía muy mala (risas) porque no había lectura de poesía, ese es un recorrido diferente, porque ese es un camino largo, y de una destreza diferente y especial que la lectura de narrativa, que la lectura de poesía necesita. Entré en contacto con cantautores, por ejemplo, un cantautor chileno Lucho Roa en Valencia, que con la primera persona con quien yo recite mis poemas, debería de tener yo 18, 19 o 20 años, tal vez, y el llevaba su guitarra y cantaba a los poetas, tienen espectáculos de poetas latinoamericanos preciosos, montábamos recitales y recitábamos frente a un público, él fue el primero con el que me di cuenta que la poesía podía ir más allá. A los 20 no sé cuándo publiqué mi primer libro, a partir de ahí empecé a buscar libros de poesía. llegó un punto en que prácticamente ahora mismo leo o compra muchos más libros infantiles o de poesía que narrativa, era muy devoradora de narrativa, de novelas, tuve mi época de novela negra, de ciencia ficción, realismo mágico, iba como por bloques leyendo todo lo que pillaba, ahora ya no, la lectura de la LIJ con la que trabajo y poesía.

Mediación lectora

“Yo empecé a mediar, a trabajar con mediadores, con adultos, porque me di cuenta que había una carencia muy grande en cuanto a la forma y las herramientas que se utilizaban para acercar la poesía a los niños” reflexiona Mar Benegas, y añade que desde los 7 u 8 años ha visto que se suele abandonar la poesía para retomarla años después, pero con un carácter obligatorio que perjudica el acercamiento. Yo a partir de visitar escuelas y de estar con niños y ver que siempre disfrutan, nunca me encontré un niño que no lo pasara bien, que no le guste de cualquier edad, pues decidí que había que - es un poco Quijotesco - intentar poner nuestro granito de arena”.

"Versos como una casa" de Mar Benegas, ilustrado por Francisca Yáñez.

A través de su trabajo Mar ha intentado generar nuevos vínculos con la poesía, no sólo para los niños, sino que también para docentes y encargados de biblioteca, “Voy a la escuela y me ven trabajar con los niños muchísimas veces me dicen “no sabía que la poesía era esto, que tenía estas posibilidades” porque termina un recital de 45 a 50 minutos y quieren seguir escuchando poemas, no quieren ni preguntas ni nada, quieren seguir con la poesía. Y cuando vez eso desde tu condición de docente o de bibliotecario pues te pica y cuando hacemos un curso práctico y todo lo que se puede hacer y pues sí que hay un cambio”. “Mis formaciones son prácticas experimentamos mucho y con propuestas que ya he llevado a cabo, siempre les digo lo mismo nunca pidas un niño o a una niña algo que tú no hayas hecho antes, o sea no le digas escribe un poema, búscale las mil caras que tiene y todo lo que aprovechas de la actividad.” y enfatiza “ Pero ciertamente hay una carencia de herramientas fundamentales de base, de falta de lectura de poesía que no se lee, y falta de creación poética, y entonces en seguida cuando te dicen poesía nos vamos a la rima, no rima y bueno es eso es complicado pero vale la pena”

¿Cómo debe ser un mediador de poesía?

Tienen que saber de poesía, todos los tipos de poesía, para que edades está recomendados, pues la poesía tradicional, la poesía con rima, poesía sin rima, sabe, ver un poema de calidad, el cuento rimado, el romance, o sea, hay que saber de poesía y ser lector de poesía para saber ofrecer, saber cómo montar un recital para que los niños no se aburran, para que escuchen 40 minutos de poesía, una sesión en lugar de cuentos que sea de poesía, eso no lo veo.  Conozco muchísimos narradores, no conozco sesiones que solamente trabajen la poesía, yo trabajo cuando hago un recital con más mayores de 11 y 12 años trabajo todos los tipos de poemas con rima, sin rima, metáfora y les hablo de lo que es la poesía para mí y estamos 50 minutos hablando de poesía, un mediador de poesía, a ver no hace falta que solo medies poesía, no, tienes que conocerlo, para mediar entre algo y algo tienes conocer las dos partes, la infancia y lo que estás ofreciendo.

¿Qué consejos puedes darnos como mediadores de lectura para fomentar la poesía?

Que leáis mucha poesía, que indaguéis, que juguéis a crear vosotros mismos que intentéis la forma de llegar, que solamente ofrezcáis lo que os gusta mucho, que tengáis un bagaje lector, y que os permitáis el juego también, la poesía en la infancia es muy social es muy de viva voz hay que saber leer muy bien, más que leerla en un libro, decirla, recitarla, y ese punto entre la escritura y la lectura también mediar la lectura, también puede ser que la poesía sea un espacio creador y que los niños sepan que a través de la poesía pueden expresar cosas por ejemplo ahora con el tema del encierro de la pandemia, todas esas emociones que nos desbordan la poesía puede ser una forma fabulosa de posicionarnos y de, en fin, que se permitan, que lean, que se permitan el juego también.

“De lo que tenemos que huir – aclara Mar - es de la rima fácil, del lenguaje empobrecido, de empequeñecer a la infancia como si fueran menos de lo que son, de buscar siempre los diminutivos, la  o la poesía didáctica que se crea, como decía Gabriela Mistral, pájaro de barro o lagartija muerta queremos darle a los niños y ellos saben muy bien, ese poema que quieres que se aprendan, no sé, la tabla de multiplicar, huir de ciertos formatos que no son poéticos, son otra cosa no, o sea pos eso, el empobrecimiento de la infancia, poesía que los trate en serio, que los tome en serio, que los mire a los ojos, y les hable de las cosas importantes, que en este caso muchas porque puede ser un poema lúdico juguetón porque jugar es muy importante pero también puede ser un poema que hable de la muerte o que hable, no sé de cualquier tema que puedas imaginar, y que conecta con ellos y creo que por ahí iría la cosa”.

¿Qué autores nos recomiendas leer?

Bueno, hay afortunadamente, no son muchos, pero los que hay son de buena calidad, obviamente los clásicos María Elena Walsh, Gabriela Mistral, Gloria Fuertes, son poetas que tienen que estar ahí porque funcionan, porque realmente son buenos, pero luego María José ferrada, María Baranda, María Cristina Ramos, Teresa Andrueto, o sea hay mucha calidad, Antonio Rubio, hay un buen plantel de poetas donde indagar. No es que haya mucha poesía, porque es algo como decíamos antes, residual, pero si buscas sí que hay. Antologías por ejemplo indagar, porque Cuatrogatos hizo una antología muy interesante “Dos orillas y un océano de poesía” por ejemplo son 25 autores iberoamericanos de poesía para niños. en fin, así alguna antología donde podías indagar, buscar 44 poemas para leer con niños que es la que hice yo.  Buscar algunas antologías para ir seleccionando de ahí autores. También a juego lento para talleres puede servir.

Ahora, Mar, luego del Festival Milhojas se pone manos a la obra en la versión de las Jornadas de animación a la lectura, escritura y observación “JALEO 2020”, las que se realizarán por primera vez de manera online, Así que debemos estar atentos.