Compartimos con ustedes una nueva entrevista #alpasocon la reconocida ilustradora Raquel Echeñique. Siete preguntas sobre bibliotecas, silencio y libros que nos acercan un poco a los gustos de la ilustradora del más reciente cuento digital ““Kai Kai, la cuidadora de las aguas”, el nuevo relato basado en el mito mapuche y adaptado por el escritor Rafael Rubio.

-¿Cuáles son tus bibliotecas o librerías favoritas? Alguna que sea importante por ser la primera biblioteca o la primera librería que recuerdas.  

-Las mejores bibliotecas y librerías son las que te hacen olvidar el tiempo. En las que el silencio y la buena disposición de la persona a cargo, permiten quedarte ahí por horas. En donde puedes pasar desapercibido y si de pronto un libro te tragara, nadie se daría cuenta. La biblioteca de mi pueblo de infancia, en el sur de Francia, fue la primera que recuerdo haber frecuentado. Era pequeña, como metida bajo un puente y húmeda. Iba todos los día después del colegio y era como atravesar un portal. No había ni que sacarse la parka porque la temperatura era muy similar a la de afuera. Probablemente esa era alguna de la razones del por qué era tan poco visitada. Para mi era perfecta. Todos los libros y cómics a mi disposición, y por el tiempo que quisiera. La bibliotecaria no levantaba casi nunca la vista de sus papeles y no le importaba si me llevaba los 5 libros máximo de préstamo, o los 15 que a mi me daba la gana llevarme.


-¿Con qué autor o ilustrador te gustaría sentarte a tomar un helado?

-Un helado es muy dulce. Tiene que ser un autor que me imagine no demasiado serio. Creo que me gustaría compartirlo con Tomi Ungerer. Es muy jugado en su gráfica. Puede ser brutal y también muy gracioso. Me tinca que debe ser apasionado y que debe tener un montón de anécdotas que contar.

-¿Cuál sería la banda sonora de tu libro favorito?

-No sé. No tengo un libro favorito, la verdad. Por otro lado, no suelo escuchar mucha música. Me parece que prefiero el “silencio”.


-¿Qué libro, autor o autora lees una y otra vez?

-Me encanta releer cómic y novela gráfica en general. La serie belga “Les tuniques bleues” es de mis preferidas y soy una eterna enamorada del protagonista, chico, pelado y de un humor ácido y muy divertido. Y Alberto Breccia. Un grande que siempre me sorprende y fascina.

-¿Qué prefieres para trabajar, café, té o mate?

-Puedo no tener muchas cosas en mi despensa, pero el café es prioritario, aunque es exclusivo del desayuno y de después de almuerzo. No tomo nada mientras trabajo.


-¿Qué libro no sale de tu velador?

-Uno de flora, de Adriana Hoffman. Y otros que no me entusiasmaron tanto pero que “algún día terminaré de leer”.

-Si fueras un personaje, ¿quién te gustaría que te escribiera o ilustrara?

-La maravillosa dupla de Ralph Steadman y Quentin Blake. Incluso arriesgándome a descripciones ácidas y ridículas.


-¿Qué libro sueñas con ilustrar?

-Me encantaría lanzarme en las ilustraciones de algún texto clásico. Algún autor que tenga como tema recurrente la naturaleza, su fuerza, belleza y rudeza también. Me gustan las historias con personajes frágiles y genuinos. Algo de Francisco Coloane tal vez.