Conversamos con las fundadoras de la editorial argentina que es referencia del libro informativo en América Latina. Obras accesibles, interesantes y con buenas dosis de humor son parte del sello de Ediciones Iamiqué. Por: Francisca Tapia.

En la entrada de la Feria del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) de Providencia las editoras argentinas Carla Baredes e Ileana Lotersztain bromean sobre su apretada agenda en Chile. Su breve paso por el país las mantiene ocupadas: son parte del Seminario “Libro Informativo Contexto, Edición y Mediación” gracias a la invitación de la Cámara Chilena del Libro, además de tener compromisos en la misma FILIJ, en el Centro Bibliotecario de Puente Alto, en Fundación Había Una Vez y en Biblioteca Viva para hablar del trabajo que han hecho durante casi dos décadas con Iamiqué, editorial que se ha transformado en referente del libro informativo en América Latina.

 “La búsqueda de la pregunta es muy motora, la curiosidad, lo que uno quiere saber. La situación hoy, el manejo y el lugar que ocupa la información, la forma en que accedemos a ella o la forma en que nos llega, creo que cada vez es más necesario dar herramientas que permitan informarse de verdad”, explica Carla sentada junto a Ileana al interior del encarpado que recibe a la FILIJ. Ambas provienen del mundo científico, Carla Baredes es Licenciada en Física e Ileana Lotersztain en Biología, las reunió en este proyecto el deseo compartido de generar obras que abordarán temas científicos de manera amena y entretenida, libros que niños y adultos leyeran por placer.

 ¿Qué rol cumple en el desarrollo del niño mantener esta curiosidad activa?

Carla: La premisa de la que partimos es siempre provocar, estimular, poner en duda cosas que aparentemente son ciertas, ¿el detector de mentiras detecta mentiras? ¿Por qué tu cuerpo sabe que hace frío? Siempre hay preguntas posibles que nos mantienen más alerta, y además el placer que significa entender, saber, encontrar la respuesta. Creo que tiene un poco que ver con eso: la pregunta respondida abre más preguntas, eso hace que siempre esto esté vivo  y cada vez en estado de alerta.

Ileana: A partir de la curiosidad los niños van construyendo su saber, su aprendizaje, y así es como surgen nuevas preguntas y buscan nuevas respuestas, así van entendiendo el mundo que los rodea.

Los libros informativos suelen asociarse a una lectura más seria y formal, ¿cómo se adaptan estos contenidos sin subestimar a los niños?

Carla: La premisa siempre es esa, no los subestimamos nosotras como divulgadoras en la relación con ellos, siempre digo: no saben, no necesitan conocimientos previos, pero tiene la capacidad de entender cualquier cosa que se le explique bien, en ese punto incluso como divulgadoras es un desafío explicar algo muy complejo, ver cómo uno lo explica para que el que lo reciba lo pueda entender. Trabajamos un montón, siempre con la premisa de la accesibilidad, todo el libro, desde su diseño, incluso desde el precio, desde las ilustraciones, el tamaño, la tipografía, que sea realmente accesible, obviamente el conocimiento también, lo que está impartiéndose, así que nos gusta el humor, nos parece que ayuda un montón, no intentamos apabullar a nadie, ni impresionar, ni llenarlos de información que no viene al caso, nos permitimos también dialogar con otras disciplinas, que no sea una cosa más cerrada que tiene el conocimiento.  

Ileana: Intentamos despegarnos por completo de la solemnidad, no queremos que se asocie al libro informativo, porque se puede tratar seriamente sin ser solemne.

[Créditos imagen: Facebook Ediciones Iamiqué]

¿Cuál es el rol de los adultos al momento de mediar un libro informativo?

Ileana: Les sugerimos que se relajen, que disfruten también. Nosotras hacemos ese ejercicio, nos divertimos mucho. Los científicos tienen un poco esto del niño curioso que por suerte no lo perdieron, entonces lo que no saben lo investigan, lo aprenden, cada uno tiene algo para aportar. La idea es esa, construir todos juntos, de alguna manera por ahí el mediador lo que tiene que hacer es dirigir un poco la conversación, organizarla, pero ser uno más en la búsqueda de la información y captar las preguntas que van surgiendo y dar “tarea” de seguir buscando un poco más, uno puede ir a casa después y fijarse en páginas web, ver algún video, seguir completando la información, ese sería el rol. No el de impartir el conocimiento, eso ya no corre más.

Carla: Es un facilitador, a veces también decimos pongan sobre la mesa estos libros, no requieren mucho más, y por supuesto, que suele todavía pasar, asociarse los informativos como libros de los que son para aprender, es horrible que después les tomen a ver qué aprendieron. Que los dejen, como se hace con los libros de ficción o con el libro álbum, corren las mismas premisas, que cada uno lo lea como quiere.

Libros que provocan

“Que nos guste” afirma inmediatamente Carla al preguntarle por los criterios para escoger los libros que publica Iamiqué, y al instante añade “Es decir sí me provoca, me seduce, me genera curiosidad, de verdad me siento motivada, me quedé enganchada con algo”. Desde que la editorial fue fundada en el año 2000 han editado más de 60 títulos, lo cuales llegan a casi todos los países de habla hispana y en Chile son distribuidos por Editorial Zig-Zag.

Ileana concuerda con las palabras de su compañera, y asegura que el tema no es lo relevante al momento de seleccionar lo que se publicará, sino la forma en que éste se abordará. "Temas hay infinitos y de todos pueden salir libros, lo que necesitamos es que sea interesante, encontrarle alguna vuelta de Iamiqué, qué manera encontramos de contarlo. También hay temas que queremos hacer, hicimos libros de ecología, nos parece importante, libros sobre diversidad familiar, libros sobre las historias de las abuelas de la plaza de mayo, hay temas sobre los que queremos hablar, pero siempre desde nuestra mirada personal" explica.

¿Y qué temas tienen pendiente abordar?

Carla: Miles. No son siempre los mismos, incluso hay cosas a las que por ahí me gustaría volver, tal vez tenga una mirada distinta, ahora hay mucho para replantear, modernizar y rehacer en relación a salud sexual, desarrollo, me parece que la mirada es diferente, lo que es la pubertad. Creo que toda la cuestión de género pone muchas aristas interesantes para mirarlas de otra manera o el tema de migraciones; después hay temas que uno dice que lindo sería, pero el camino que emprende cada tema es muy largo, entonces es mucho más lo que va quedando en intención, que lo que finalmente se termina haciendo.

Ileana: Y viajamos a ferias, vemos libros que nos gustan, que tampoco estaban en la idea de hacerlos, pero los editamos… Tenemos material para los próximos 20 años.

"Una serie que es muy festejada por lo adultos es "Las cosas no fueron siempre así"", asegura Carla Baredes.

Englobando un poco lo que hemos hablado ¿qué características tiene un buen libro informativo para niños?

Carla: Primero que nada tiene que ser accesible, no hablo del precio, por lo menos los que nosotros imaginamos para los chicos, no es algo que requiera un lector especializado, ni competencias especiales, tiene que ser seductor también, con su estética, parece una cuestión menor, pero tiene que ser lindo, tiene que ser atractivo, bien pensado.

Ileana: Tiene que despertar nuevas preguntas, siempre decimos eso, si uno le cuenta algo a un chico y cuando le terminas de contar no hace una nueva pregunta, es porque no funcionó, no entendió o no le interesó, porque inmediatamente surgen nuevos temas, nuevas preguntas. Esa es la idea en los libros, provocar.

Carla: Provocar, que les queden más preguntas que respuestas, tendría que ser un buen motor para que después de cerrar el libro vaya a internet o le pregunte algo a alguien, o se lo quiera contar a alguien. Un poco empatizar también, siempre a los autores, que en general no es su especialidad escribirle a niños, por ahí incluso a muchos les cuesta, les decimos: son niños, no es que no entiendan. Pero lograr una cosa más cercana, a los científicos a veces les decimos no pienses en tus pares, no estás haciendo un libro para que aprendan nada en particular, pensá cómo hacés para que ese niño se tire en el sofá, se saque las zapatillas y se ponga a leer. Cómo te imaginás que eso va a ocurrir, es todo un desafío frente a todos los estímulos. 

¿Qué títulos de su colección recomendarían a alguien que quiere comenzar a incorporar libros informativos a las lecturas de sus hijos, nietos o sobrinos?

Carla: Una serie que es muy festejada por lo adultos es "Las cosas no fueron siempre así", que son más de historia, pero son libros que tienen tantas entradas posibles y de verdad me parece que uno puede leer sólo una pastillita y cerrarlo, seguir otro día.

Ileana: Y ahí los adultos pueden intervenir porque seguramente tengan anécdotas propias que enriquezcan lo que cuenta el libro.

Carla: En general a los adultos les gustan mucho nuestros libros, partimos casi en todos los casos con la premisa de podés leerlo cuando quieras, cómo quieras, varias veces. Los de ciencia incluso son libros que realmente uno los puede abrir en cualquier lado y leer algo interesante en sí mismo, que no requiere la lectura anterior, ni la que sigue. Los adultos se ríen, primero la pregunta los descoloca. Obviamente tendrá que ver con la edad del lector y también con lo que le interese al adulto porque eso sí, partiría de pensar eso, que en realidad tal vez lo más importante es que primero les guste a ellos.