“Nocturno” es un libro poco usual. Tiene una parte que se ve a simple viste y otra, oculta, que sólo se ve en la oscuridad, ya que brilla. Y esto tiene un propósito: cambiar las noches de los lectores. Su autora es Isol, ganadora del premio Astrid Lindgren, uno de los galardones más prestigiosos del mundo en literatura infantil y juvenil. Por Sandra Peralta.

Se oscurece, llega la hora de ir calmando los ánimos y prepararse para el descanso, una hora que a los niños generalmente no les gusta porque implica dos tareas muy fomes: parar de jugar y, en ocasiones, bañarse. ¿Habrá un recuerdo de infancia más latoso que cuando tu mamá te gritaba que llegó la hora de acostarse, justo cuando se está en la mitad del juego, cuando se te había ocurrido otra idea genial o te faltaba un pelo para salvar el mundo? Volver a la realidad, ponerse pijama, lavarse los dientes y a la cama y con la luz apagada ¡qué horror!

Un panorama cotidiano así de hostil puede romperse con el encanto de algo mágico: un libro. Pero no es cualquier libro, es el primer libro para leer con la luz apagada en el silencio, oscuridad y tranquilidad de la noche; un compañero que nos regala imágenes luminosas para inspirar nuestros sueños. Se trata de Nocturno (FCE), de la escritora e ilustradora argentina Isol, inspirado en la ilusión infantil de la autora de escribir un libro con pintura luminosa (de esa que tienen las estrellitas reflectantes que se suelen pegar en el techo). Los sueños se pueden realizar y como un juego de grandes inspirado en la niña que es Isol, nos regala diversas imágenes para gatillar en los niños sueños distintos para cada noche.

Cada página nos muestra 2 imágenes distintas alternadamente. Una que se ve a simple vista y otra que (tras cargar la página frente a una lámpara) aparece cuando la luz se va. Entonces aparece la magia, otro mundo, el mundo onírico de lo que está más allá, de lo que no se ve con una simple mirada.

Es difícil describirlo, hay que experimentarlo, lo único que les puedo decir, es que en mi casa ya nadie alega cuando llega la hora de acostarse, el juego continua mientras se duerme, inspirados en los sugerentes sueños del recetario.