Reseñas
Lugares que hablan. Diario de viajes de Pancho Saavedra
Un viaje íntimo a lo largo de Chile, explorando su riqueza cultural y humana a través de los relatos de viajes del carismático animador de televisión Francisco Saavedra.
Autor: Francisco Saavedra
Año: 2017
Editorial: Editorial Planeta
Reseña: Scarlet Ulloa, asesora de proyectos de la región del Biobío
Comienza septiembre y en Chile nos preparamos para celebrar las Fiestas Patrias, excusa ideal para reencontrarnos con parte de las tradiciones presentes a lo largo de nuestro territorio. En ese contexto, “Lugares que hablan” es el aliado perfecto para ver un Chile más íntimo, ya que nos invita a conocer lo mejor de nuestra cultura criolla.
El diario de viajes escrito por el comunicador audiovisual y conductor, Francisco Saavedra, con fotografías de David Liempi y Richard Bezzaza - experto en fotos de gran altura - consiste en la recopilación periodística que realizaron juntos en los primeros cuatro años de trabajo en el programa de televisión “Lugares que hablan”, transmitido por canal 13. Aquí, Saavedra y su equipo buscan acercar a los espectadores a diversos lugares de Chile que tienen difícil acceso y que no se encuentran entre los destinos más visitados por los viajeros. Este programa ha ganado el cariño y admiración de mucha gente, incluso fue premiado en el año 2015 por el ex – ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, por ser un aporte para la difusión del Patrimonio Natural y cultural de Chile.
En esta obra podemos conocer las costumbres de los habitantes de las distintas regiones de Chile. Se hace especial énfasis a la riqueza humana y cultural de las personas, pero también nos muestra lo mejor de nuestros recursos naturales. Conforme avanza la narración, la fotografía toma un rol protagónico e infaltable para comprender la esencia de cada región.
“Que las imágenes te hablen, que las veas con los ojos, pero también con la imaginación”, escribe Saavedra, haciendo énfasis en que conozcamos los lugares a través de las historias de las personas que habitan el territorio. Tomando nuevamente sus palabras: “La riqueza no es pura cuestión material, hay cosas más profundas que son las que de verdad nos dan valor como persona y comunidad” (Saavedra, 63 p.).
Nuestras regiones son diferentes tanto en la geografía como en el clima, lo que nos ha hecho desarrollar distintas creencias y tradiciones. Cada capítulo de este libro nos habla de un Chile que no se puede conocer viendo reportajes, leyendo un atlas o consultando enciclopedias; sólo se logra hablando con la gente que habita estos territorios, y desde una perspectiva mucho más íntima. El periodista visita a las personas en sus hogares y comparte con ellas, logrando rescatar sus experiencias desde la intimidad, tanto de sus hogares como de los oficios que desarrollan.
Además, hacen un especial recorrido por lugares geográficos que son totalmente desconocidos para la mayoría de las personas, por lo que incentiva a visitarlos o redescubrirlos. El libro entrega datos útiles sobre las coordenadas, la historia y los lugares recomendables para comer y, en ocasiones, para hospedarse.
Saavedra también nos comparte en su diario historias de personajes que merecen ser recordados y valorados; en la zona norte nos encontramos con Don Pedro Taucán, último descendiente directo del pueblo Diaguita, que relata cómo ha logrado conservar sus tradiciones, creencias y estilo de vida. En la precordillera del Maule tenemos a nuestra segunda Violeta Parra, quien le agradece a la vida por darle tanto, ya que es gracias a la naturaleza que puede desempeñar su oficio como tejedora: todo lo que necesita es lana y su patio, donde encuentra los colores para teñir sus productos. Mientras que en la Antártica Chilena nos encontraremos con el hermoso cementerio yagán, declarado Monumento histórico en el año 1976, se describe la historia del pueblo canoero y la de sus actuales descendientes, acompañada de impresionantes fotografías que nos dan cuenta de su tamaño y fortaleza.
Este es un libro muy recomendable para aquellas personas que quieren conocer Chile desde una perspectiva más íntima, desde el hogar chileno. Nos permite aprender más sobre nuestra sociedad y cultura criolla, de las personas que ya no están y las que aún viven. Es un libro con una colección de historias que nos invitan a valorar nuestra inmensa diversidad cultural, de paisajes y etnias. Es un diario de viajes que fue escrito desde el amor y dedicación, que nos invita a reflexionar sobre la valoración y respeto que tenemos de nuestras creencias, la naturaleza y la gente que la habita.