La biblioteca escolar tiene como objetivo poner a disposición de los distintos usuarios el material y colección bibliográfica para su uso, estudio e investigación. A continuación conoce los beneficios de las bibliotecas con estanterías abiertas.

Por Carolina Marín

La biblioteca escolar tiene como objetivo poner a disposición de los distintos usuarios el material y colección bibliográfica para su uso, estudio e investigación. El material debe ser catalogado y ordenado para facilitar su uso y propiciar un acercamiento amigable entre el lector y el espacio. Asimismo lo señala el manifiesto de la biblioteca escolar de la UNESCO, que considera la biblioteca escolar como un espacio que debe ofrecer servicios de aprendizaje, libros y otros recursos, a todos los miembros de la comunidad escolar para que desarrollen el pensamiento crítico y utilicen de manera eficaz la información en cualquier soporte y formato.

A lo anterior se suma el reconocimiento de un conjunto de tareas clave, llevadas a cabo por el engranaje llamado biblioteca escolar. Por ejemplo, la organización del espacio disponiendo estanterías abiertas para todo público con el material debidamente etiquetado, o incorporar señaléticas claras del uso y distribución de los insumos literarios con el fin de orientar a los estudiantes, docentes y usuarios en general en el momento de escoger sus lecturas y, además, proporcionar el libre acceso para buscar lo que necesiten.

Si bien mantener las estanterías abiertas es una labor esencial en la gestión bibliotecaria, no es un trabajo sencillo, ya que sugiere mantener el orden de la colección bibliográfica y llevar un inventario constante de ingreso y acceso del material. Quien esté a cargo de una biblioteca escolar con estantería abierta deberá considerar, necesariamente, que esto significará pérdidas y el deterioro de los libros de manera más rápida.

La organización de la colección bibliográfica es una función no menor ya que considera mantener ordenado y dispuestos los títulos de mayor interés para la comunidad, ya que al investigar y acceder a la colección facilita explorar todo el material que allí se concentra. No obstante, el uso de las bibliotecas de manera voluntaria y disposición libre de la colección bibliográfica permite que el usuario conozca y se apropie del contenido y de manera autónoma seleccione lo de su interés.

Estudiantes escuela Estados Unidos, Tocopilla.

Los beneficios de mantener las estanterías al alcance de todos son extraordinarios. En el ámbito afectivo y emocional, contar con un espacio activo y acogedor sin duda atrae a los usuarios a ser parte funcional de este, además de comprender el uso y clasificación del material, adquirirán un aprendizaje que será útil y los acompañará de por vida. Por otra parte, en el ámbito social, permite mejorar la comunicación entre bibliotecario/a y lector/a, en cuanto ahorra tiempo a ambos en la solicitud y préstamo del material, así mismo, permite al encargado de biblioteca conocer preferencias y estilos de los usuarios, con quienes podrá intercambiar lecturas, conversaciones y actividades en favor de cada uno de los intereses.

En cuanto a la devolución de préstamos y de lectura en sala, una buena opción es disponer de canastas, previamente señalizadas para facilitar la entrega por parte de los usuarios. Recomendamos ubicarlas en lugares estratégicos a fin de que al encargado de biblioteca se le haga más expedito el registro y su orden.

Asimismo, se debe procurar mantener la colección ordenada, según temática y género. Una práctica que se lleva a cabo en las bibliotecas Viva Leer es la utilización de puntos de colores en los lomos, que se le otorgan a cada clasificación de Dewey, por ejemplo para literatura, un punto verde; para filosofía, un punto azul, etc. Así la búsqueda es más amigable para el usuario y facilita el orden y clasificación.

Finalmente, es importante recordar que la información que se entrega a los usuarios ya sea por señaléticas dispuestas en lugares visibles, o por la educación que se debe realizar a cada curso y miembros de la comunidad, será esencial para que la apertura de las estanterías sea eficiente y se convierta en una herramienta de socialización, aprendizaje y democratización.

Biblioteca de la Escuela Juan Pablo II, Coquimbo.