Tolstoi y la pregunta sin tiempo: “¿Cuánta tierra necesita un hombre?”

Hace más de 130 años, el novelista ruso León Tolstoi instaló en la literatura una pregunta que nos haríamos hasta nuestros días: ¿Cuánta tierra necesita un hombre? Ésto, a través del cuento homónimo publicado en 1886, donde a partir de la historia protagonizada por Pajom, un campesino siberiano, nos hace reflexionar continuamente en torno a la ambición por la propiedad de la tierra como eje movilizador del ser humano.

En el relato, considerado como el mejor del autor por el célebre escritor de “Ulises”, James Joyce, Pajom vivencia el inconformismo incesante que le genera sus condiciones de vida, la que a pesar de no estar prevista de lujos, no presentaba carencias. Este sentimiento,  lo lleva una y otra vez a considerar que la tierra que habita y trabaja no le es suficiente, comenzando un periplo a tierras lejanas donde vivirá los reveses de la codicia.

Este cuento, que tantos años y versiones ha acumulado, no deja de estar vigente, sobre todo en el actual escenario en que tantos nos preguntamos qué hemos hecho con la tierra, con la naturaleza, con nuestra salud y estilo de vida.

Mientras la naturaleza descansa del asedio de la humanidad, y muchas anhelamos poder volver a recorrerla, bueno es replantearnos nuestra forma de habitar (nos), más aún si tenemos en cuenta que “¿Cuánta tierra necesita un hombre?” existe en distintas versiones y  formatos, ideales para leer colectivamente y sin necesidad de discriminar por edad, pudiendo compartir la lectura con niños y niñas, actuales y futuros habitantes del planeta.

En esta línea, vale destacar la hermosa versión de la editorial Ekaré, la que en formato de libro álbum nos presenta la adaptación de Annelise Heurtier ilustrada por Raphaël Urwiller, quien en tonos rojos, amarillos, naranjos y azules, y con una estética muy parecida a la serigrafía, representa la búsqueda incesante de Pajom por saciar su ambición, codicia, envidia y ego. También, la edición de Nórdica libros, ilustrada por la premiada y reconocida Elena Odriozola, disponible de forma gratuita en Biblioteca Pública Digital.

En esta semana, donde en medio de cuarentena y confinamiento conmemoraremos una vez más el Día de la Tierra, precisamos reparar en las consecuencias de nuestro estilo de vida, el que se sustenta en el consumo desmedido que ha generado daños irreversibles en el planeta. Recordamos, además, que esta conmemoración surge de la movilización social de los años 70’ a causa de los altos niveles de contaminación visibles en las grandes ciudades industrializadas del mundo.

A pesar que en la actualidad hablaríamos del ser humano más que del hombre, ya que atrás quedaron las convenciones sociales que impedían a las mujeres ser propietarias, “¿Cuánta tierra necesita un hombre?” nos plantea un cuestionamiento vital en estos días, tanto para nosotros como para el mundo, el que tan afectado se ha visto por nuestra forma de vivir. Tal como lo hizo un contemporáneo de Tolstoi, el poeta y novelista William Morris,  cabe también preguntarnos  “¿Cómo vivimos y cómo podríamos vivir?”.