En este tiempo en casa las actividades que pueden realizar los niños y niñas se reducen al espacio del hogar, es por esto que te ofrecemos algunas ideas para montar una biblioteca destinada a niños y niñas menores de seis años.

Por Natalia Colipí. Educadora de párvulos, Magíster en educación y mediadora de la lectura.

¿Una biblioteca? ¿No será demasiado exagerado llamarlo biblioteca, si ellos no saben leer? Olvidemos que leer un libro es una tarea del colegio, que va con una nota y debes reconocer el personaje principal o secundario de la narración. Eso ya es cosa del pasado. Tampoco se usa que los manden castigados a la biblioteca, ahora es todo lo contrario.

Veamos cuáles son las ideas de una actual biblioteca para niños y niñas entre 0 y 6 años:

  • Un espacio de encuentro entre el mundo de los cuentos, la magia y la fantasía, que vienen a apoyar los distintos procesos de crecimiento y comprensión del mundo que los rodea.
  • Un espacio para compartir en familia y construir momentos de calidez que se atesoran en el recuerdo familiar.
  • Un espacio de lectura que le permite a tus hijos enfrentarse al mundo escolar con mayores herramientas, experiencias y habilidades.
  • En los bebés menores de 2 años, se constituye en un espacio en que le permite apropiarse de la palabra hablada y, más adelante, apropiarse naturalmente y con amor de la palabra escrita.

Leer es un acto de placer, un encuentro consigo mismo. Te invito a recordar un buen libro, una buena historia que te hayan contado de niño o niña, un momento de risa y complicidad que hayas vivido frente a un buen libro. Ese sentimiento de añoranza, el recuerdo de un momento agradable de la infancia es lo que buscamos construir en la historia de vida de nuestros niños o niñas.

Por otro lado, puede ocurrir que no encuentres ningún libro, pero es totalmente comprensible. Te invito a practicar un breve ejercicio:

Cierra los ojos y recuerda el calor de un largo abrazo con una persona importante de tu infancia. ¿Sientes su calor?  ¿Sientes esa paz? Ahora, la lectura también está vinculada con un acto esencial para el ser humano que es ser cobijado, arrullado.  El arrullo es un canto suave, tranquilo y monótono con que se intenta dormir o calmar a un niño, de parte de una madre, un padre, un abuelo, mientras se mece. ¿Recuerdas alguna canción? Si no, puedes tararear alguna y darle melodía para que suene como un arrullo. Repítelo varias veces:

 …Tuto, tuto guagua… 
 tuto, tuto, tuto,
 tuto, tuto guagua, 
 tuto, tuto, tuto… 

Este sentimiento de calma, de sentirse seguro, acogido y feliz, es lo que se busca crear en las actuales bibliotecas para niños y niñas, bibliotecas que inician desde el momento de nacer.

Luego de saber qué espacio afectivo y recreativo necesitamos, revisemos otros elementos. 

¿Qué necesitamos?

Libros, un espacio donde instalarlos y un cojín para el suelo o una silla cercana donde compartir entre todos un buen libro. Nuestras casas se han transformado absolutamente en este período de cuarentena, por tanto, realicemos el esfuerzo de buscar un lugar importante o especial, para poner en él algunos libros que han sido nuestros favoritos o los favoritos de los niños y niñas de la casa, que estén al alcance de todos. 

Si pensamos en un librero tradicional o una repisa, pondremos más abajo los libros que deben quedar a mano de los más pequeños gateadores o caminantes del hogar. En las repisas o casilleros superiores, dejaremos los libros para el resto de los integrantes de la familia, ya que los pequeños mayores de tres años tienen la fuerza suficiente para tomar libros de mayor peso o tamaño.  Además, para ellos será interesante encontrar entre los libros aquellos títulos que son significativos para mamá y papá, y más aún, será maravilloso para ellos ver cómo los adultos también disfrutan leyendo.

Otra opción, es usar pequeños canastos de mimbre, madera o caja plástica resistente que nos permita poner en él libros pequeños y trasladarlos al lugar donde leeremos con nuestros hijos. Esta idea consigue que ellos comprendan que en esta caja hay objetos que son parte de la vida cotidiana -porque los libros deben estar a su alcance-, que los pueden usar y, más aún, que serán utilizados por los adultos cercanos para interactuar con ellos.  Cuando esta triada entre libro-guagua-adulto vive momentos de disfrute y placer mutuo, es allí cuando comienzas a construir en tu pequeño o pequeña el verdadero placer por leer.

También existe la posibilidad de desocupar alguna mesa de arrimo, la mesa tradicional en donde están los objetos de decoración, y ya podemos armar nuestra biblioteca. Los espacios no tienen límites, está en nuestra imaginación lograr nuestra biblioteca soñada según el espacio del que disponemos y la cantidad de libros que tenemos.

¿Qué libros seleccionar?

Para los recién nacidos y hasta los 6 meses aproximadamente, tu voz es el mejor recurso a utilizar: tus cantos, canciones de cuna, versos y rimas que has aprendido de niño. También puedes incorporar pequeños libros de tela o material que sea fácil de manipular y limpiar, que no provoquen daño durante su uso.

Existen libros con varios cuentos o historias muy breves, pequeños versos o juegos de palabras. En estas interacciones escucharás de parte de tu guagua gorjeos o balbuceos, o algunas sílabas. ¡Anímate a repetirlas! Ya que corresponden a sus primeras conversaciones orales.

Desde los 7 meses en adelante, no te desanimes cuando tu guagua ya no escuche tranquilamente la lectura del cuento y pasee libremente por el espacio. O bien, te arrebate de las manos el libro. Permite que tome, explore, y luego continúas la historia. Esto es una manifestación del interés que tiene en el libro.

Los momentos que son parte de la rutina de los niños y niñas se convierten en momentos perfectos para volver a repetir partes de un cuento, mientras te conectas directamente con ellos.

En cuanto al tipo de libros, eso es un tema interesante y profundo, pero acá les dejaré un par de recomendaciones:

  • Libros que tengan una buena calidad en cuanto a su historia.
  • Libros de buena calidad física, bien pegados, tapas duras o resistentes y en lo posible, que permitan la limpieza del libro.  Los libros de cartoné son una buena opción. Son libros bien encuadernados, resistentes y durables.
  • El mundo editorial en la primera infancia ha crecido bastante. Recomiendo revisar algunas editoriales chilenas como Gata Gorda, Amanuta o también Fondo de Cultura Económica.

Desde el año de vida en adelante, los niños disfrutarán tanto de las historias como también de las ilustraciones. En la medida que crecen aumenta la comprensión del mundo y las historias y también aumenta el tiempo en que prestan atención a una narración.

Desde los dos años en adelante tienen un lenguaje más amplio. Permite que terminen las frases, les ayuda a sentirse más seguros. Ofrece también libros informativos, existen muchos diccionarios visuales que a los niños les encantan, puedes incluso utilizarlos para adquirir palabras en otros idiomas.

Los libros de “canciones transformadas en libro”, tales como Los 10 perritos, Duerme Negrito, Estaba la Rana, entre otros, son libros altamente recomendados para la primera infancia. Permiten un gran momento en familia, utilizar instrumentos musicales y nos ayudan a conectarnos en esta triada mágica del disfrute literario.

En la medida que crecen, comienzan a comprender mejor las historias y a disfrutar con ellas. ¡Lee y ríe con ellos! Crea tu propia biblioteca y construye recuerdos que atesorarán para toda su vida.