Dos herramientas esenciales y cinco disparadores de escritura que te ayudarán a enfrentar la hoja en blanco. Por: Francisca Tapia A.

Para muchos autores la llegada de la esquiva musa no es resultado de la repentina inspiración, sino del hábito que da a sus procesos creativos un ritmo cotidiano, un músculo que se ejercita hasta fortalecerlo. Como dijo el pintor y escultor español Pablo Picasso “La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando". Para el éxito de ventas Stephen King esto se traduce en una rutina de diez páginas diarias, para el novelista japonés Haruki Murakami es comenzar la mañana escribiendo y las tardes corriendo, y para la escritora chilena Isabel Allende es iniciar una nueva novela cada 8 de enero. Y nosotros ¿cómo creamos nuestra propia rutina creativa en el mundo de las letras?

La profesora, novelista y artista Julia Cameron en su libro "El camino del artista" entrega dos herramientas que pueden ayudarnos a conectarnos con nuestra creatividad y desbloquearnos al momento de enfrentar la página en blanco. Te invitamos a ponerlas en práctica:

Páginas matutinas

Para comenzar a ejercitar la escritura (o tu creatividad en general) Cameron recomienda escribir tres páginas manuscritas cada día, sin detenerte a pensar, sin cuestionar si lo que escribes tendrá algún sentido, sólo volcar en el papel lo que hay en tu cabeza cada mañana. El resultado sólo te compete a ti y a nadie más, la autora además recomienda guardar estas páginas y no leerlas en al menos dos meses. No hay forma alguna de escribir de manera “incorrecta” las páginas matutinas, así es que no te autocensures. Sólo escribe tres páginas cada día sagradamente.

¿Para qué me sirven las páginas matutinas si lo que escribo no tiene sentido? Quizás te preguntarás. Julia Cameron asegura: para cruzar al otro, lejos de nuestros propios monstruos que nos susurran al oído que no sabemos escribir o que no podremos construir nuestro proyecto artístico. Las páginas matutinas lo botan todo: penas, frustraciones, malestares, temores, dudas. Con el tiempo podrás conectarte con tu yo creador, soltar las amarras y embarcarte en tus proyectos.

Cita con el artista

Tal como suena, la cita con el artista es un tiempo reservado para tu conciencia creativa, un tiempo específico, que pueden ser dos o tres horas a la semana, por ejemplo, en las que te reunirás con tu artista interior. ¿Dónde? Eso lo defines tú, las opciones son infinitas: sentarse en la plaza, tomar algo en la cafetería, un paseo por una galería de arte, una caminata por tu barrio, el atardecer desde tu ventana. Lo importante es que respetes el tiempo a solas con tu yo artista, aunque a veces sientas resistencia a esa oportunidad de enfrentar la intimidad contigo mismo. Aprovecha y no falles a tu cita, el diálogo  con nosotros es un espacio excelente para dejar aflorar la creatividad, te permitirá llenarte de imágenes, de sensaciones, de nuevas ideas.

Finalmente, si quieres escribir algo – además de tus páginas matutinas – y aún no sabes qué, te dejo algunos disparadores de escritura creativa que pueden ayudarte. Recuerda buscar un cuaderno o una libreta que te guste, tener un lápiz cerca y dejar volar tu imaginación:

  • Reescribe un recuerdo: Escoge cualquier momento de tu vida y cambia los hechos.
  • Escribe una carta a tu yo del pasado: Piensa tu yo de 8, o 15, 0 20 años y dale un mensaje del futuro.
  • Escribe una carta a tu yo del futuro: ¿Qué te dirías en 5, en 10, en 15 años más? ¡Escribe! Puedes ponerle fecha y no volver a abrirla hasta ese momento.
  • Escoge un objeto cotidiano y dale vida: Puede ser un relato en primera persona de tu mochila o tu cepillo de dientes. ¿Qué pensará cada mañana?
  • Escribe una declaración de amor a tu comida favorita: Dile todo lo que te provoca cada vez que piensas en ella.