Algunos consejos para que aprendas a escoger las mejores obras informativas, que despertarán el interés de los lectores en diversas áreas del conocimiento. Por: Matilde Sandoval, asesora de proyectos de la región del Maule.

El asombro y la curiosidad de niños y niñas es una oportunidad para acercarlos a la información de incontables áreas del conocimiento: astronomía, matemática, arte, historia, diseño y mucho más puede ser entregado de manera sencilla y entretenida, ¿Cómo hacerlo? a través de libros informativos, formato que facilita distintos contenidos para que los lectores descubran, aprendan y disfruten la lectura.

Sin embargo, entre una amplia oferta de títulos que prometen información fidedigna entregada de manera entretenida, puede resultar difícil escoger el adecuado, ¿Qué debemos tener en cuenta?

Lenguaje visual coherente

Que las fotografías e ilustraciones, por un lado, sean atractivas y por otro resulten funcionales al contenido que el libro informativo entrega. Un buen ejemplo es el libro A todo color de Océano Travesía, el que, con un diseño y tamaño adecuado para contener sus grandes páginas, permiten ver a los animales en proporciones reales, con hojas que se despliegan en color y calidad en total sintonía con la información.

"A todo color"

Información clara y concreta

El libro informativo debe contener elementos gráficos que ilustren y clarifiquen la información, además esta ha de ser clara, concreta y coherente con la finalidad del libro. Por ejemplo, en La historia de la vida, mi primer libro sobre evolución de los autores Catherine Barr y Steve Williams, podemos observar que el contenido es claro y está bien organizado, contiene datos curiosos e ilustraciones explicativas que facilitan la comprensión del contenido por parte del lector.

"La historia de la vida, mi primer libro sobre evolución"

Lenguaje adecuado al lector

Los contenidos deben ser aterrizados a los lectores a los que está dirigido, sino todo puede resultar aburrido e incomprensible para los niños y niñas que lo reciben. Un apoyo para esto es la inclusión de elementos como sección de glosario, tal como lo hace el libro La historia del espacio, de Catherine Barr y Steve Williams, que entrega palabras útiles para facilitar nuestro recorrido por el libro.

"La historia del espacio"

Corroborar que la información sea real

Un elemento clave en los libros informativos es que el contenido que entregan es real, actual y cuente con fuentes confiables. ¿Cómo verificar esto? Constatar que cuenten con bibliografía, saber quiénes son los autores, instituciones que los avalan, si se citan fuentes o algún especialista realiza comentarios sobre el libro.

Por ejemplo, en El mundo invisible de los animales microscópicos Hélène Rajcak y Damien Laverdunt, vemos anunciado en la portadilla que la obra cuenta con la asesoría de científicos del Museo Nacional de Historia Natural de París.

Que inviten a preguntar y preguntarse

Por último, escoger un libro informativo que ayude a encontrar respuesta a sus cuestionamientos, que lo desafien y que al mismo tiempo le generen nuevas preguntas, un excelente ejemplo es Matemática hasta en la sopa, de Juan Sabia y Pablo Picyk, el que nos invita a observar al mundo con ojos matemáticos y nos cautiva con nuevas interrogantes que desafían al lector más inquieto y creativo.