Te contamos a que aspectos de la materialidad y contenido de una obra para primeros lectores debes prestar atención al momento de elegir. Por: Marcela Abarca, asesora de proyectos de la región de Tarapacá

Todos coincidimos en la importancia que la lectura tiene en la vida de un ser humano, ya que no solo desarrolla habilidades cognitivas, fortalece el pensamiento crítico y la empatía, sino que además  estimula la imaginación, y amplía el mundo de cada lector. Es por ello que queremos que los más pequeños de la casa también puedan familiarizarse desde sus primeros años con la lectura.  Pero, ¿cómo escoger el libro adecuado para un prelector? (0 a 5 años)

La materialidad del libro

En sus primeros años de vida, niños y niñas perciben al libro como un objeto, al que acceden de manera espontánea a través de los sentidos, por lo mismo, es importante considerar los materiales de la obra:

- Hojas gruesas o de cartón resistente para que puedan manipular sin temor y que les permita descubrir cómo pasar las páginas. En lectores muy pequeños privilegiar libros de puntas redondeadas para evitar cualquier posible daño.

- Mención especial tienen los nuevos libros para bebés: libros de diversos materiales fabricados con telas hipoalergénicas, gomas,  resistentes al agua y en algunos casos con sonidos incluidos.

"Adivina quien soy" de Taro Gomi

Colores y formas

El primer contacto que un niño tiene con un objeto es visual. De ahí que es muy importante que los libros escogidos sean atractivos para ellos. Un buen libro para niños debe tener imágenes e ilustraciones llamativas, coloridas y con una buena propuesta visual:

- Privilegiar aquellos libros con dibujos de formas sencillas, fácilmente reconocibles para los niños, y colores fuertes y uniformes que capten su atención.        

- Aprovechar los títulos que incluyen texturas, para que los niños exploren con el tacto y aquellos con formas y diseños que permitan el juego y el descubrimiento, como libros “pop up” con imágenes tridimensionales, libros con solapas y lengüetas o piezas que se pueden sacar para descubrir otras imágenes.

- Otra opción de juego y lectura son los libros túnel o peep-show: compuestos por dos tapas de cartón que, al abrirlas, el papel del interior se extiende como un acordeón. 

El libro "Una historia de colores" de Mercè Canals incluye piezas de puzzle.

El contenido del libro

Es importante respetar el gusto de los niños, permitirles escoger de acuerdo a sus intereses: los animales, los relatos escatológicos, las historias absurdas con finales inesperados, situaciones cotidianas, etc. Así mismo, al momento de privilegiar un libro por sobre otro, hay recursos literarios que pueden considerarse si se desea facilitar la lectura:

- Relatos con juegos de palabras, poesía para niños, canciones. La musicalidad en el lenguaje, así como el uso de la repetición puede potenciar el interés y la comprensión del niño.

- Aquellos libros que apelan al lector, invitándolo a responder una pregunta, identificar una figura o indicar alguna parte del relato ayudan a involucrar a los niños en la historia.

- Recordar siempre que no todos los libros para niños deben tener un fin aleccionador o educativo. Muchos libros buenos, como “¿Qué le pasa a mi cabello?” de Satoshi Kitamura que juega con la interacción del niño o “El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza” de Werner Holzwarth, en un tono más irreverente, pueden garantizar entretención y acercar los libros de una manera efectiva a través del humor y la participación.

“¿Qué le pasa a mi cabello?” de Satoshi Kitamura