Algunos consejos prácticos para generar una instancia que estimula el diálogo en torno a la literatura y permite a los mediadores conocer el proceso lector de cada niño. Por: Tatiana Casanova, asesora de proyectos de la región de la Araucanía.

El club de lectura es una estrategia para fomentar la lectura, en especial porque permite compartir la experiencia individual en un espacio comunitario. Por lo que resulta una buena oportunidad para conocer sobre el proceso lector de los niños que quieres acompañar.

En la experiencia de un club de lectura, los niños pueden reconocer una característica muy especial de los libros, y es que tienen tantas interpretaciones como lectores, ya que en el momento de sentarse a compartir la experiencia, encontrarán que cada uno ha vivido el libro desde sus propias historias.

Club de lectura de la Escuela Artística Armando Dufey, Temuco.

Para realizar un club de lectura es necesario tener en cuenta:

  • Un espacio para el encuentro que motive la conversación, cómodo y donde todos los participantes puedan verse mientras comparten sus impresiones.
  • Un moderador que facilita la dinámica de las sesiones, aportando con opciones para la lectura a realizar y movilizando la conversación de manera que sea posible la participación.
  • La cantidad de participantes que permita la conversación, se aconseja entre 6 y 15, de manera que no se concentre en sólo algunas personas, sino que permita el encuentro de distintas perspectivas.
  • Elegir un libro de acuerdo al grupo de niños, sus intereses, sus edades, las temáticas que son más relevantes para ellos. Sus intereses se pueden reconocer en las conversaciones que establecen, las temáticas que más se rescatan y las preguntas más frecuentes. Es importante tener en cuenta libros a los que puedan acceder todos los integrantes del club.
  • Elegir un nombre para el club y establecer la cantidad de reuniones al mes, considerando distintos tiempos para leer según el grupo de niños y el libro a compartir.
  • Vincular a los niños en las dinámicas del club, aportando con información respecto al autor, el contexto, personajes o algún rol asignado en cada sesión. De esa manera reconocen la importancia de su rol y se motiva la participación de quienes son un poco más tímidos.
  • Promover la conversación respecto a la experiencia de lectura y el contraste con lo vivido por otros. Teniendo en cuenta actividades de animación lectora que potencien la discusión como “si yo fuera un personaje sería…” ó “el libro me recordó…”.

El club de lectura es un espacio que estimula la empatía y la discusión con base en libros, cada uno con sus propios universos los cuales podemos habitar. Las conversaciones serán el centro del club, cuestionando, dialogando, discutiendo o creando desde la experiencia propia.

En la Escuela Artística Armando Dufey Blanc localizada en Temuco, región de la Araucanía, hemos realizado sesiones de pequeños club de lectura con libros álbum. Beatriz (10 años), una de las lectoras más voraces, narra la experiencia diciendo: “Estamos haciendo un club de lectura donde leemos un libro, y cada uno decía su opinión y eso fue muy divertido (...) me encantó el club de lectura, yo creo que si les preguntara a mis compañeros uno por uno, yo creo que a todos les gustó porque nunca podemos leer libros en conjunto, y cada vez que leemos es por separado… entonces si puedes tener comunión y demostrarle a otro la alegría que te da un libro, es muy bueno”. 

En lo dicho por Beatriz podemos reconocer el lugar que ocupa volver a reunirnos con los niños y niñas alrededor de un libro, permitiendo escucharnos y descubrir juntos a ellos. ¡Los animamos a descubrir las voces y perspectivas de los niños en sus propios club de lectura!