Dentro del actual panorama editorial infantil, muchas publicaciones recurren al trabajo de destacados ilustradores para representar al Universo y sus elementos, con el fin de acercar a los pequeños lectores a esta área del conocimiento. ¿Cómo son estas imágenes?

Por Macarena Pagels

¿Cómo sabemos que el planeta Tierra flota en el espacio como un gran globo azul? ¿Es Marte un planeta rojo? Sabemos que Plutón está lleno de montañas y valles helados y que su atmósfera es azul como la de la Tierra. Pero ¿cómo lo sabemos?

El imaginario que hemos desarrollado acerca del Universo es resultado de una larga historia de avances científicos y tecnológicos. Hoy podemos decir que Júpiter tiene más de sesenta lunas que giran a su alrededor y que Saturno está rodeado de una serie de anillos gracias a avanzadas herramientas que capturan las imágenes del Espacio.

En las últimas décadas, una de las herramientas que más ha contribuido al conocimiento sobre el Universo es el telescopio espacial Hubble, puesto en funcionamiento desde 1990. Como resultado podemos disfrutar hoy de bellas e impresionantes imágenes de nebulosas, estrellas gigantes, galaxias y muchísimos otros misterios por descubrir. Lo curioso de este gran instrumento es que las imágenes son capturadas en blanco y negro, pero luego son coloreadas a través de softwares y otras aplicaciones, como Photoshop.

Tras estas imágenes hay un sofisticado trabajo que nos permite contemplar toda la belleza que encierran estos objetos, a la vez que nos permiten profundizar cada vez más en la comprensión de nuestro Universo.

“Los Pilares de la Creación” de la nebulosa del Águila, imagen capturada por el telescopio espacial Hubble. Créditos: National Geographic.

Libros ilustrados sobre el Espacio

Muchos libros actuales para niños y niñas tratan sobre el Espacio y sus misterios, buscan despertar la curiosidad por este tema o satisfacer un interés que ya existe, y cada vez es más demandado por estos lectores. Hoy es un mercado editorial amplio y diverso en los formatos que ofrece. Asimismo, muchas de estas publicaciones recurren al trabajo de destacados ilustradores para representar al Universo y sus elementos, con el fin de acercar a los pequeños lectores a esta área del conocimiento.

Frente a este amplio abanico de opciones, me pregunto por el trabajo creativo de los ilustradores que acompañan visualmente estas publicaciones. ¿Qué técnicas utilizan? ¿Qué colores prefieren? ¿Cómo interpretan los elementos del Espacio que conocemos por medio de otras imágenes, como las del telescopio Hubble?

Somos polvo de estrellas para niños y niñas (Planeta, 2017) fue una publicación que en poco tiempo logró un gran éxito de ventas, hasta nuestros días. El reconocido astrónomo José Maza, que hasta ese entonces escribía libros de divulgación para lectores jóvenes y adultos, es el autor de este libro pensado para pequeños lectores.

Este libro informativo se desarrolla como un relato que nos cuenta cómo los seres humanos estamos conectados con todo el cosmos; cuál es nuestro origen en el universo y cuál es nuestro rol actual en él. La experiencia de su autor es fundamental para unir cada pieza de esta historia, pero las ilustraciones también aportan en su comprensión.

Pablo Luebert ilustra las páginas de este popular libro, ya sea aportando imágenes y esquemas que esclarecen una serie de conceptos, como ilustrando y reinterpretando algunos elementos del Espacio. 

Utilizando una variedad de tonos pasteles y texturas que a la vista semejan el brillo de las estrellas, los planetas y las galaxias, además de personificar algunos de estos elementos -como un gran Sol que abraza a la Tierra- Luebert consigue un tono infantil, pero estéticamente atractivo para todo tipo de lectores. Destaco sobre todo las páginas de fondo oscuro en las que sobresalen estrellas y planetas, como si brillaran en la oscuridad.

“Somos polvo de estrellas para niños y niñas” (Planeta, 2017)

¿Estamos solos en el Universo? es una publicación de la editorial Escrito con Tiza, que debutó en tiempos de pandemia en el año 2020. Al igual que en Somos polvo de estrellas para niños y niñas, su autor es un gran especialista chileno de las ciencias y la astronomía, el doctor Antonio Hales. El campo de la formación de las estrellas y los planetas es una de sus áreas de mayor dedicación.

Su ilustradora Valentina Palma García, apuesta por una paleta de colores donde predominan los tonos azules, amarillos y un destellante color anaranjado fluorescente. Por su diseño y efecto estético, este libro propone un acercamiento a lectores un poco más avanzados, adolescentes y jóvenes que buscan profundizar en los misterios del Universo.

Los planetas y otros esquemas que acompañan su contenido mantienen las tonalidades que transitan por los azules, celestres, rojos, marrones y anaranjados. Este juego de colores está presente en todos los elementos representados.

“¿Estamos solos en el Universo?” (Escrito con Tiza, 2020)

En El sistema solar, un libro que brilla en la oscuridad (Océano, 2018) todos los planetas, sus lunas y el Sol adquieren protagonismo gracias a la doble página destinada para cada uno. También otras curiosidades acerca del sistema solar son recogidas por su autora, Anne Jankéliowitch.

Las ilustraciones de esta publicación están a cargo de la artista Annabelle Buxton, nacida en la ciudad de Basingstoke, Inglaterra. El trabajo visual que despliega en este libro es fascinante y destaca por sobre todo el uso de los colores y texturas que se añaden a cada elemento para incentivar una experiencia interactiva y estética.

Desde el Big Bang, la gran explosión que se presenta como una gran nube de colores que mezclan el gris, los tonos amarillos, marrón y algunos azules, cada doble página presentará a los personajes que conforman el sistema solar: los planetas y sus particularidades.

“El sistema solar, un libro que brilla en la oscuridad”(Océano, 2018)

El color no basta para caracterizar todos estos elementos, sino que los matices y las rugosidades, texturas ásperas y colores suaves, son fundamentales para lograr el efecto buscado. Venus se nos presenta como un planeta que arde en llamas, con tonos rojizos y marrones intensos que transmiten una vívida sensación de calor; la Luna y sus cráteres que nos provocan una sensación de frío glacial; Marte y su característico rojo árido; un enorme Júpiter y sus hermosas lunas (Calisto, Ganimedes, Europa e Io); Saturno y sus anillos formados de polvo y bloques de hielo; Urano y Neptuno de hermosos tonos verdes y azulados. Todos ellos brillando sobre páginas las páginas oscuras de este libro.