“Notas de Cocina”, presuntamente, revela la faceta gastronómica de Leonardo Da Vinci, ya que dice estar basado en el hallazgo de una libreta en la que este artista anotaba sus recetas y comentarios gastronómicos. Todo se trata, escribe nuestro reseñista, de una tomadura de pelo. Con viscerales recetas y descripciones de máquinas imposibles, solo podemos reírnos a carcajadas. Por: Víctor Gutiérrez.

El renacimiento italiano es una de las épocas más vanagloriadas de la historia de la humanidad. Esta admiración se basa en su incorruptible beneficio de salvarnos de las creencias medievales. Sin embargo, tampoco es un misterio que se trata de las épocas más supersticiosas de la historia europea, o por lo menos la que más documentación respecto a sus creencias populares nos ha dejado. 

En un tiempo así, tan tocado por el misterio, la fantasía, las creencias y una pretendida exuberante racionalidad, Leonardo da Vinci es el hito de la genialidad, la técnica y el arte.  Pero este prisma enaltecedor,tan propio de nuestras cátedras en las escuelas, niegan una realidad profunda sobre el conocimiento histórico: la cotidianeidad. Siempre me han cautivado los mitos urbanos, las creencias populares, tan cercanas a la risa y la alegría, entonces ¿qué mejor manera de romper este sello y destruir esta deformación formada sobre tiempos pasados que el humor?

Notas de Cocina (Temas de Hoy), de Leonardo Da Vinci, es un viaje simulado al mundo del gran genio, pero con todas las ventajas de la ficción, el humor y por supuesto la comida. Un paseo plagado de sutiles y gigantescas tomadas de pelo, sugestivas y viscerales recetas, aberraciones de las que solo podemos reír, notas al pie que refuerzan las carcajadas, y que sin embargo, como todo buen chiste, deja ver destellos (con el claro tinte del sarcasmo) de la realidad histórica de las ciudades y sociedad italiana. El humor y el juego permiten dar con algo que en ciertos humanos se ha comenzado a extraviar (ay de los que ya lo extinguieron), la inocencia de creer, de aprender en el juego, el ensayo y  no olvidar el determinante peso del placer para todos nuestros vitales verbos: cocinar, comer, inventar, leer, escribir, trabajar.

Esta es una guía-recetario-anecdotario del histriónico y multifacético Jonathan Routh (QEPD) y esposa, en el que nos asombran, al tiempo que nos hace parte de su cámara escondida, con un Leonardo inventor del Sándwich, del Espagueti, del tenedor, de las servilletas, del cuenco para ensaladas; un Leonardo divertido, infantil, que sin embargo no ve dañada su genialidad, la que asume solo a regañadientes como un capricho. Un libro entretenidísimo, pero al que vale acercarse con una advertencia, cree, cree todo, y por sobre todo deja la gravedad.