Muchos son los libros que cuentan relatos sobre la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto. Uno de los más relevantes es El tatuador de Auschwitz, libro que forma parte de la Colección Viva Leer Copec 2022. Una historia de ficción basada en la vida de Lale Solokov, un sobreviviente de la amenaza nazi. Una historia que conmueve por la crueldad de los hechos, pero también por el ímpetu del protagonista, siempre dispuesto a mantenerse con vida.

Por David Agurto

Observo mis brazos. Un tatuaje cubre casi completo el antebrazo izquierdo. Situación similar ocurre con el derecho. Hace unos años atrás decidí hacerlos. Pensé en ambos diseños, investigué sobre artistas y estilos. Pagué por ellos. Ninguno de los dos tiene el mismo peso ni el mismo valor que posee cada uno de los tatuajes que realizó Lale Sokolov, uno de los judíos sobrevivientes del Holocausto quien, por cosas del azar, trabajó como tätowierer ­—tatuador en alemán—. Aunque su buena fortuna se debió también a un grupo de amigos que lo cuidó mientras casi muere de tifus.

Lale Sokolov, quien inicialmente se llamaba Ludwig Eisenberg, es el protagonista de El tatuador de Auschwitz, el primer libro de Heather Morris, una cientista política que trabajó durante años en el departamento de Trabajo Social en el Centro Médico Monasch de la ciudad de Melbourne y que tuvo la fortuna de conocer a Lale en el 2003. Esta prolija escritora se ha destacado además por sus otras dos novelas, también relacionadas al Holocausto: El viaje de Cilka y Las tres hermanas. Si se pudiera hablar de un subgénero dentro de las novelas históricas, para referirnos específicamente a la literatura del Holocausto, el relato que dio a conocer a Morris, es sin duda, uno de los más importantes e icónicos.

La escritora Heather Morris nació en Nueva Zelanda. En la actualidad, reside en Melbourne, Australia, donde trabaja en un importante hospital público. Créditos: readinggroupchoice.com

La historia surge a partir de cuatro años de conversación que tuvo la autora con un ya anciano Lale. Inicialmente Morris estaba construyendo un guion cinematográfico pero que derivó finalmente en una novela. Lale Sokolov no es un personaje cualquiera. Fue uno de los encargados de trazar la marca que todo judío sobreviviente a esta miseria debería cargar en su brazo por el resto de su vida, el número tatuado que lo identificaba como un objeto de trabajo y de muerte para los alemanes. Un trabajo que, por cierto, le trajo múltiples beneficios, como poder repetir un trozo de pan al comer o dormir en una cama solo, cosas que hoy en día, en muchos lugares no parecieran ser un privilegio. Pero Lale no era un hombre común y corriente, maneja varios idiomas y es un gran observador, su espíritu sereno le permitirá ayudar a otros y mantenerse con vida.

El tatuador de Auschwitz no solo es un relato de supervivencia y tampoco es un historial de atrocidades sufridas en el peor campo de concentración del cometido nazi —a pesar de que sí muestra claras evidencias durante toda la novela de aquello—. Es también la historia de amor entre Lale y Gita. Ella es una hermosa joven del cual Sokolov se enamora desde un comienzo. Y es una de las razones por las que el tatuador se quiere mantener con vida, para ayudarla a ella con el mismo fin. En medio de este ambiente hostil surgirá esta historia de amor que trascenderá el exterminio, la muerte y el tiempo. Fruto de su amor nace Gary, el hijo de ambos, quien interviene al final de la novela con un texto post scriptum que revelará que a pesar del contexto adverso donde se formó la familia siempre se conformó un hogar feliz y de cariño, huella de la gran bondad del ser humano.

La novela de Morris forma parte de la Colección Viva Leer Copec 2022.

32407 fue el número que se le designó a Lale. 34902 fue el dígito que tuvo que remarcar en el brazo de Gita. Fue en ese momento, que Sokolov se enamoró. Realizando la misma terrible acción que hizo en las extremidades de hombres, mujeres y niños. Marcarlos para siempre como si fuesen un ganado. Los tatuajes de Lale Sokolov son la huella imborrable de una época oscura no solo para los judíos sino que para la humanidad. La historia de Lale, una más entre tantas, se impregna en el lector, tal como se impregnó la tinta de sus tatuajes en la piel de tantos otros y otras.