Los escritores Cristóbal Gaete y Matías Ávalos nos invitan a conocer algunos de los lugares claves que configuran el panorama cultural en la quinta región. Por: Silvia Gutiérrez, asesora de proyectos de la región de Valparaíso.

Es sábado en la noche en Valparaíso y dos eventos culturales se desarrollan en paralelo convocando a escritores de la región. En la Librería Concreto Azul converso con Cristóbal Gaete previo a la presentación de un libro, y en el ascensor Reina Victoria me reúno con Matías Ávalos que acaba de concluir el lanzamiento de un crowfunding. Les pido que nos guíen por aquellos lugares que hoy son nicho de la escena literaria porteña.

“Este año a partir de una triada que podría ser Balmaceda Arte Joven, donde yo hago talleres, la Librería Concreto Azul, que hace siempre presentaciones de libros y talleres, y la Feria del Libro Independiente que gestiona Gladys González, hay una actividad que está siendo bastante dinámica, y en cualquiera de los tres lugares se puede encontrar cierta producción, tanto actual, pero también haciéndose cargo de lo que ha sucedido en esta ciudad durante décadas”, asegura Cristobal Gaete, oriundo de Quillota y residente de Valparaíso durante los últimos 10 años. Los libros que ha publicado tienen que ver principalmente con la ciudad, el rescate de memoria social del Mercado El Cardonal, comercio informal y novelas cortas como “Valpore”, “Motel Ciudad Negra” y un libro que compila ensayos, cuentos y diarios de viaje que se llama “Crítico”.

En la sede de Valparaíso de Balmaceda Arte Joven Cristóbal realiza un Laboratorio de Escritura Territorial, donde revisan la tradición literaria de la región. El espacio ubicado en Cerro Alegre ofrece además talleres de teatro, fotografía, danza, música y artes visuales, junto a conversatorios y exposiciones durante todo el año.

Librería Concreto Azul

“Acá la literatura es una cuestión vital, y la Librería Concreto Azul es también un proyecto vital”, explica por su parte Matías Ávalos, nacido en Quilmes, Buenos Aires, quien vive hace algunos años en Valparaíso. Su primer libro de poesía “Todos juntos estamos solos” obtuvo la Beca de Creación y fue publicado por Editorial Hojas Rudas en 2018. En Buenos Aires montó la obra de teatro “Niñitos Furiosos” y actualmente trabaja en el suplemento literario “Grado Cero” escribiendo críticas y reseñas sobre literatura independiente chilena.

 “Son personas que, independiente de su estética o concepción sobre la poesía o la literatura, pensaron que el libro es un organismo a ser alimentado, conservado, militado y trabajado y por eso entendieron que había una necesidad de un espacio de formación” explica respecto al espacio lector situado en Cumming 94 b.

Concreto Azul, cuyo nombre alude al título de una de las obras del poeta porteño  Ennio Moltedo, es un proyecto que rescata la tradición cultural de la ciudad puerto. “Tienen un taller de investigación poética anual, un espacio de encuentro, donde uno puede ir a comprar un  libro y quedarse a conversar”, comenta Matías.

Cristóbal Gaete y Matías Ávalos.

Ambos escritores se detienen en la Feria del Libro Independiente de Valparaíso al recorrer la escena literaria porteña, evento que es espacio de reunión y exhibición de editoriales independientes de la región y de otras zonas del país.

La próxima feria se realizará el sábado 3 y domingo 4 de agosto en el Hall del CENTEX, Centro de Extensión del Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio, en Plaza Sotomayor 233. Se enmarcará en las celebraciones del mes de los niños y niñas, ofreciendo presentaciones de libros, lecturas, cuentacuentos, música infantil y capacitaciones en Literatura Infantil y Juvenil.

La Feria del Libro Independiente de Valparaíso es fundamental. A veces acompañan las autoridades, otras veces no, pero la poeta Gladys González la cocina a pulso, sin recibir financiamiento estatal y sin embargo es una feria tremenda. Gladys además está haciendo un gran trabajo en la equidad de género y la conciencia que tenemos que tener respecto a cuidarnos en los espacios culturales y hace ahí un activismo fundamental”, concluye Matías Ávalos.