El proyecto, financiado por la Universidad de La Serena, y ejecutado por el club de montaña, tiene por objetivo instalar diez placas de cerámica con versos de Gabriela Mistral en icónicos cerros del Elqui. Por: Camila Hidalgo, asesora de proyectos de la región de Coquimbo.

Quizás no resulte evidente para todos la relación entre el trekking o senderismo y la poesía. Pero ambas actividades - leer y recorrer caminos montañosos- pueden ser más cercanas de lo que creemos, estando presentes incluso en la obra de una de las máximas exponentes de la poesía nacional: Lucila Godoy Alcayaga, mejor conocida como Gabriela Mistral.

Así lo han descubierto los integrantes de Cumbres literarias, proyecto financiado por la Universidad de La Serena (ULS) que consiste en el ascenso a diez cerros de la provincia del Elqui para instalar placas de cerámica, creadas en el taller de la misma institución académica, con versos de distintos poemas de Mistral, nuestra poeta local.

“Salí de un laberinto de cerros y ese mundo sin desatadura posible queda en lo que hago y en lo que escribo sea verso o sea prosa”, enuncia  Miguel Rojas, presidente del club de montaña Cumbres literarias, al preguntarle por un verso de Gabriela Mistral que lo haya marcado en el tránsito de este proyecto, que lleva casi dos años de vida desde que lo propusieron a la casa de estudios (2017) hasta el día de hoy, en que ya han instalado siete de las diez placas en los cerros Cutún, Peralillo, Juan Soldado, Gualliguaica, Paranao, Gabriela Mistral y Mamalluca.

[Créditos imagen: Cumbres literarias]

Cabe destacar que existió una lógica técnica y simbólica a la hora de escoger los cerros que serían ascendidos, partiendo por los más pequeños, a modo de entrenamiento, para seguir a los últimos tres que entran en la categoría de alta montaña (Quebrada seca, La Gitana, Las Tórtolas), finalizando este peregrinaje por las alturas del cerro más alto de la región de Coquimbo. “Hay que estar en los cerros para saber que sí hay una lógica entre los versos y los cerros escogidos”, establece Manlio Mettifogo, integrante del club.

Este proceso de desarrollo técnico no sólo dice relación con el entrenamiento al que se someten constantemente los integrantes del club, sino también al interés de que todo quien estuviese interesado se pudiera hacer parte de este proceso de instalación de placas, cargado de mística y simbolismos. “Es una mezcla por el interés  del ascenso a los cerros y la literatura. En las alturas, hacemos un rito, leemos el poema entero, tocamos un cuenco. Todos ponen sus potencialidades en esto: hay un compañero que hace chi kung, o yoga. A la gente le interesa. Queremos terminar de instalar las placas, pero el mensaje de Gabriela también es muy importante” explica Miguel.

Mi recuerdo es que cuando integré el club, y habían como tres personas, íbamos a la cuarta montaña y se hizo la lectura correspondiente al cerro y ya en la siguiente ocasión fue común llevar el libro de Gabriela Mistral para leerlo”, comenta Daniel Uribe, quien también establece que el querer compartir este camino les ha traído grandes responsabilidades ya que para el ascenso de algunos de los cerros debe firmar un responsable del grupo, que en este caso es él, Director Técnico del club.

[Créditos imagen: Cumbres literarias]

A pesar de la gran difusión por redes sociales que ha tenido la instalación de placas, donde se pueden apreciar los hermosos paisajes que nos brinda la región, los integrantes de Cumbres literarias han decidido no hacer convocatorias públicas y operar bajo la dinámica del boca a boca, considerando que los niveles de participación podrían haberse salido de las manos.

“Ahora hemos intencionado que las personas que se sumen a subir los cerros se hagan parte del club, por el compromiso y por la responsabilidad en caso que haya un accidente”, afirma Miguel, añadiendo que quienes se han acercado para ser parte de Cumbres literarias no lo han hecho sólo por los trekkings, sino también interesados por la propuesta literaria, por la mixtura que ofrece la experiencia.

El club 

Previo a la conformación del club de montaña, Miguel trabajó en un proyecto de homenaje a los 60 años del Nobel de Gabriela que consistió en la creación de 60 placas de cerámica que se instalaron en distintas instituciones de la región: Intendencia, municipalidad, edificios públicos, etc. Todas estas placas también fueron hechas en el taller de cerámica de la universidad, donde el 2018 y con motivo de Cumbres literarias trabajaron ex estudiantes y docentes de la ULS, miembros del proyecto, en el diseño y confección de las placas provistas de las formas y colores de cada uno de los cerros donde serían instaladas, y de los versos escogidos colectivamente.

Miguel comenta que a partir del  proyecto homenaje al Nobel se vinculó estrechamente con la obra de Gabriela, ya que también tuvieron que escoger versos para resolver cada una de las placas, identificando la relación de su poesía con la geografía, la cual marcaría para siempre a la poeta, quien hizo referencia a los paisajes elquinos hasta su muerte en Estados Unidos, el 10 de enero de 1957.

[Créditos imagen: Cumbres literarias]

Pero la historia del ascenso a los cerros partió mucho antes, hace unos diez años, siendo el ascenso al cerro Juan Soldado el que generó el vínculo entre el subir cerros y las letras, con una lectura en la cumbre, que posteriormente se repetiría en el Cerro Gualliguaica. “En ese momento dijimos somos Cumbres literarias, pero en broma. Así  empezamos a hacer hábito leer en las cumbres. Aunque hubo un momento en que dejamos de subir cerros, lo retomamos y fue ahí que lo vinculamos con Gabriela Mistral, ocurriéndosenos junto al director de postgrado de la ULS, quien también es integrante del club, y  Daniel, presentar este proyecto que consistía en instalar diez placas con fragmentos en diez cerros de la provincia del Elqui, al rector, quien aceptó, comenzándose a materializar Cumbres literarias. Después Manlio, que es abogado, nos instó a sacar personalidad jurídica y ahí nació el club, en marzo 2019, que también tuvo la intención de refundar la rama de montaña de la universidad”, sostiene Miguel.

Homenaje a Gabriela en los cerros 

Las frases y versos que se iban a elegir debían tener formas, es decir, descripción de los cerros para crear las placas, tomando las características de la geografía presente en la obra de Mistral.  Hay una pertinencia no tan forzada, señalan. Por ejemplo el verso instalado en el cerro Cutún, caracterizado por su aridez, dice: “Los cristos llamados cactus vigilan desde lo eterno”.

A veces uno entiende la poesía cuando está arriba. Hay un sentido casi místico y uno entiende que Gabriela subió, hizo montañismo... Habla descriptivamente de una laguna que está a 3100 metros sobre el nivel del mar, por ahí tiene que haber andado”, señala Manlio.

Se proyecta la instalación de la última placa en enero de 2020. [Créditos imagen: Cumbres literarias]

Los integrantes del club, quienes tienen roles en el ascenso e instalación de las cerámicas,  han trabajado en el proceso de hechura de las placas, en la selección de textos y en el diseño en relación a las ideas que se recogen en los cerros, que son estudiados y visitados previamente.

Respecto a lo venidero, comentan que la cultura y la mediación de la obra de Gabriela también es un objetivo y les parece interesante la posibilidad de realizar una antología de montaña, reunir los poemas completos. “Como plan de cerro vamos a hacer una guía de rutas, uno de lujo, de protocolo y uno más masivo”, afirma Miguel. Mientras, los integrantes de Cumbres literarias vislumbran el ascenso a los tres últimos cerros, los más altos y difíciles de caminar, proyectando la instalación de la última placa el 20 de enero de 2020, cuando desde las alturas del cerro Las Tórtolas terminen de conocer el paisaje narrado por Gabriela, la primera mujer latinoamericana en obtener un Nobel que se convertiría en una embajadora mundial del arte, la cultura, la educación y de la defensa de los derechos de las mujeres.