Creador de una mitología propia y más de una docena de idiomas, el escritor, filólogo, lingüista y profesor británico John Ronald Reuel Tolkien dio forma y vida a una de las obras de fantasía más influyentes de la literatura del siglo XX, inspiración para numerosos novelistas de fantasía épica y objeto de culto para lectores de todo el mundo.

Por Francisca Tapia A.

Nacido el 3 de enero de 1892 en Sudáfrica y criado en Inglaterra, John Ronald Reuel Tolkien cultivó desde temprana edad su interés por la poesía y la literatura fantástica, disfrutando con particular atención obras como Alicia en el país de las Maravillas de Lewis Carroll, las leyendas del Rey Arturo, los cuentos de hadas de Andrew Lang y más adelante los poemas Beowulf y Sir Gawain y el caballero verde, de los cuales muchos años después se transformaría en un influyente experto.

Los idiomas serían uno de sus intereses más decisivos en su desarrollo académico y profesional, aprendiendo griego, latín, galés, finlandés y francés, entre otros, y aún más allá: inventando más de una docena de idiomas nuevos, entre los que se incluyen el Quenya y el Sindarin de los elfos. Esta afición lo conduce a estudiar filología inglesa en el Exeter College de Oxford. Sin embargo, tras concluir sus estudios, Tolkien se une al ejército británico que luchaba en la Primera Guerra Mundial, donde participa hasta contraer la llamada “fiebre de las trincheras” que, en 1916, lo obliga a volver a Inglaterra.

La convalecencia tras el impacto de la guerra le da un nuevo espacio para la escritura, comenzando así a dar forma a El libro de los cuentos perdidos, manuscritos que son la génesis de su universo ficcionario conocido como la Tierra Media. Su primer relato es La caída de Gondolín, influenciado por las difíciles experiencias enfrentadas en la guerra. También da forma a recordados personajes como Beren y Lúthien, cuya historia habría sido inspirada por la imagen de su esposa Edith, bailando en un claro al cual solían acudir durante su recuperación. El vínculo con estos personajes los acompañaría hasta el final de sus días, e incluso en las tumbas de ambos se lee hoy bajo sus nombres el de los enamorados Lúthien y Beren. En 1918 Tolkien regresa a Oxford para colaborar en la creación del New English Dictionary, una experiencia de la cual él afirmaría: “aprendí más en esos dos años que en cualquier otro período igual de mi vida". Tras ello, las décadas de 1920 y 1930 transcurren para él entre los pasillos y aulas de Oxford, creando nuevos idiomas y mundos en sus tiempos libres y construyendo relatos que en un comienzo sólo tenían por objetivo entretener a sus cuatro hijos.            

La Tierra Media

En un agujero en el suelo, vivía un hobbit, fue la frase que Tolkien habría escrito despreocupadamente en un papel, en medio de las correcciones de trabajos en sus labores como profesor. Esas palabras se transformarían en el comienzo de su reconocida obra El Hobbit, que en un inicio sólo estaba pensado como un cuento para compartir con sus hijos antes de dormir. Sin embargo, a mediados de la década de los 30, una amiga de la familia leería el manuscrito y lo recomendaría a la editorial Allen & Unwin, permitiendo que El Hobbit fuera publicado en 1937 y llegara progresivamente a lectores de todo el mundo.

Sobrecubierta de El Hobbit, diseñada por Tolkien. Créditos: Bodleianshop Libraries

La historia de un hobbit llamado Bilbo Bolsón, que emprende junto a un mago y un grupo de trece enanos una fantasiosa misión para derrotar al dragón Smaug, logró tal éxito que la editorial pidió al autor que continuara el relato en una nueva obra que retomase la presencia de los populares hobbit. Tolkien trabajaría por más de una década en su obra cumbre, El señor de los anillos, que se publicaría entre 1954 y 1955 en tres volúmenes, narrando la travesía de Frodo Bolsón y sus compañeros para destruir al poderoso Anillo Único.

El señor de los anillos se desarrolla en base a la mitología construida por Tolkien desde sus años de convalecencia tras la gran guerra, recogiendo el mundo, las razas, las historias e idiomas que durante décadas trabajó, construyendo paso a paso los cimientos de la Tierra Media. Gran parte de esta notable labor recién podemos conocerla de forma póstuma, tras la publicación de El Sillmarillion (1977) y más adelante en los tomos de El libro de los cuentos perdidos (1983 y 1984) recopilados por su hijo Christopher Tolkien. Estas obras abordan el nacimiento del universo ficticio creado por el escritor británico y sus distintas razas de una manera más detallada.

La incansable lucha entre el bien y el mal es parte central de la fantasía épica construida por Tolkien. Sus experiencias en la batalla del Somme lo hicieron no apreciar la violencia, pero sí dotar a sus personajes de lealtad, valentía y esperanza para defender su causa y su gente cuando el enfrentamiento era inevitable. Tal como diría uno de sus personajes, Samsagaz Gamyi, que refleja el espíritu de muchos soldados ingleses y los vínculos generados en el campo de guerra, en las páginas de El señor de los anillos:

Henos aquí, igual que en las grandes historias, señor Frodo, las que realmente importan, llenas de oscuridad y de constantes peligros. Ésas de las que no quieres saber el final, porque ¿cómo van a acabar bien? ¿Cómo volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha sufrido? Pero al final, todo es pasajero. Como esta sombra, incluso la oscuridad se acaba, para dar paso a un nuevo día

Adaptación cinematográfica de El señor de los anillos

La universalidad de sus conflictos, la profunda construcción de su mundo y la nobleza de sus personajes siguen haciendo de El señor de los anillos una obra de culto, viendo su popularidad renovada tras su adaptación al cine en tres premiadas películas estrenadas entre 2001 y 2003, a cargo del director, productor y guionista neozelandés Peter Jackson.

Pese a que J.R.R Tolkien siempre se mostró reticente a las adaptaciones audiovisuales de su obra, su legado literario sigue siendo material de interés para las compañías de cine y televisión. Actualmente la estadounidense Amazon trabaja en una nueva producción, una serie precuela de la cual aún se desconocen los detalles, pero que nos llevará de vuelta a la Tierra Media.