Este 24 de agosto es el Día Internacional de los Parques Nacionales y lo conmemoramos con tres lecturas que nos muestran parte de la flora y fauna de nuestro país.

A través de tres manuales desarrollados por el Colegio Francisco de Asís - en base a su larga experiencia participando de expediciones a distintos Parque Nacionales - te invitamos a descubrir una parte de las zonas de preservación localizadas en el norte, centro y sur de nuestro país, esperando que este conocimiento te inste a conocer y cuidar el mundo que habitamos.

Parque Nacional Pan de Azúcar

Editorial: Universitaria
Reseña: Carolina Marín, coordinadora zona norte

Siguiendo la ruta 5 hacia al Norte, hasta Chañaral o a la altura del Km 1.014, llegaremos al Parque Nacional Pan de Azúcar, el que se encuentra emplazado entre la II y III región, abarcando un total de 43.754 hectáreas, de las que 31.964 corresponden a esta última. Fue creado en 1985 con el propósito de preservar muestras de ambientes desérticos que hasta esa fecha no se encontraban en otras áreas silvestres protegidas.

El parque se sitúa en una zona desértica- costera, en la que podemos encontrar distintas playas y puertos, estas áreas están protegidas y sus visitantes deben respetar las normas para continuar con la preservación de la flora y fauna. Pero ¿qué podemos encontrar en un parque ubicado en el desierto?, la Guía de Expedición al Parque Pan de Azúcar, nos muestra múltiples tipos de flora, sobre todo las que aparecen durante el fenómeno del Desierto Florido y las especies cactáceas nativas que abundan en éste tipo de hábitat, además de la fauna propia del sector, constituidos mayoritariamente por aves, ya que abarca una zona desértica, costera y quebradas que poseen agua dulce, todo ello nos permite encontrar una gran variedad de estas especies. Asimismo, también encontraremos animales costeros y rastreros, tales como Zorro Chilla, guanaco, Lobo de mar, entre otros. ¡Una excelente invitación para recorrer y conocer la zona norte de nuestro territorio!

Reserva Nacional Río Clarillo

Editorial: Universitaria
Reseña: David Agurto, coordinador zona centro

Un oasis en la transitada y gris ciudad a sólo 45 kilómetros de la capital, al sureste de Santiago en la cordillera se encuentra la Reserva Nacional Río Clarillo. A través de tres segmentos - botánica, zoología y estudio del río - este manual nos invita a conocer la zona y participar de una serie de actividades muy simples basadas en el reconocimiento de especies. En la primera parte nos ofrece una gráfica para identificar los cambios de vegetación dependiendo del calor del sol que llega a cada zona; clasificamos las hojas según sus tipos, formas, bordes y otras características, y lo más importante: contamos con la descripción de las plantas que podemos encontrar acompañadas de ilustraciones naturalistas. Podremos hallar al menos 15 tipos de plantas y arbustos diferentes donde destacan el canelo, el quillay, el lingue y el maqui.

En cuanto a la zoología, el mismo río está poblado de truchas y bagres. Y es posible, no siempre, pero hay que estar muy atentos y con binoculares en mano ­–uno de los instrumentos indispensables que solicita la guía– encontrar una iguana chilena, un escarabajo llamado madre de la culebra, los pequeños degús, e incluso un zorro culpeo. Pero sin duda, en cuanto a animales se trata, Río Clarillo es el lugar ideal para la observación de aves, ya que cuenta con al menos 50 especies de las 460 repartidas en todo Chile. Pájaros pequeños como el picaflor, el chercán o el rayadito hasta aves de gran tamaño como el aguilucho, el águila e incluso un cóndor se pueden avistar entremedio de los árboles o sobrevolando el área.

La parte dedicada al estudio del río es la más breve del libro y se centra en la ilustración de algunas especies de agua marina, algunas ínfimas en tamaño como el pelo de agua o la pupa de zancudo en la categoría de insectos o peces como el pejerrey o la mencionada trucha de río.

Parque Nacional Nahuelbuta

Editorial: Universitaria
Reseña: Isabel Casar, coordinadora zona sur

Información tanto del contexto histórico y geográfico del parque (cómo llegar, plano del parque y su importancia biológica), así como de la flora y fauna que encontramos en ese lugar, la guía Expedición al Parque Nahuelbuta nos estimula a explorar la zona con ojo científico, observando, reconociendo y descubriendo el nombre científico de las principales especies presentes en este lugar, a través de distintas tablas de observación.

Por ejemplo, aprenderemos que para reconocer Araucarias, Canelo, Coigüe, Ñirre o Piñol, entre otros, usamos el método de “la clave”, clasificando las especies por la forma de sus hojas flores y frutos.  Como dato interesante, en el parque podemos encontrar dos plantas insectívoras o carnívoras: la flor del Pantano y el atrapamoscas. Dentro de la zoología, el libro nos muestra los animales que se pueden ver en el parque, como uno de los cuatro marsupiales que vive en Chile: el Monito del monte, el pudú o el zorro de Darwin, el más pequeño de las especies de zorros que viven en Chile y que sólo lo encontramos en Chiloé y en la cordillera de Nahuelbuta.  

También tenemos pistas para la identificación de aves, fijándose en 3 factores: tamaño, forma y marcas corporales. Así con la ayuda de unos lentes prismáticos, podemos compararlos con las imágenes de las aves que frecuentemente se ve en el parque, como el picaflor, chincol, bandurria, chercán, aguilucho, carpintero negro, o algunas de las 70 especies que habitan en él. Por último, el libro ofrece una guía para reconocer insectos, por la presencia y forma de alas, abdomen, colores, antenas y patas, siempre recordándonos la importancia de observar la naturaleza, sin dejar rastro de nuestra presencia, es decir no llevarse animales ni alterar los hábitats naturales.