Ideas para después de leer
Dos hermanas
Los Kawésqar: Seres de piel y hueso

Los Kawésqar: Seres de piel y hueso
La historia que acabas de leer explica el origen del día y la noche según el pueblo Kawésqar, uno de los muchos pueblos originarios de Chile. ¡Te invitamos a aprender un poco más sobre ellos!

Familia kawésqar
Internet Archive Book Images
En el idioma kawésqar, kawes significa piel y kar, hueso. Kawésqar, entonces, es como decir “persona de carne y hueso”.
Los kawésqar vivían en el extremo sur de Chile, entre las islas y canales que existen entre el golfo de Penas y el Estrecho de Magallanes. ¡Mira el siguiente mapa para encontrar el lugar!

Territorio kawésqar. Chile
fucoa.cl
Sus comidas favoritas
Luna logró convencer a Sol de subir al cielo mostrándole que allá había mucha comida. ¿Te acuerdas cuáles fueron los alimentos que Luna lanzó a la tierra?

Hombre kawésqar cazando
Ilustración de Ignacio del Real / Biblioteca Nacional de Chile
Los kawésqar se alimentaban de lo que encontraban en la naturaleza. Desde que eran niños, se les enseñaba a cazar. Los hombres pescaban y cazaban pájaros, huemules, ballenas y lobos marinos. Las mujeres recolectaban vegetales y luche (un tipo de alga) que encontraban adosados a las rocas del mar. También recogían un tipo de molusco llamado erizo y moluscos como las lapas, cholgas y locos. ¡Eran muy buenas buceando!

Mujeres recolectando cholgas
Ilustración de Ignacio del Real / Biblioteca Nacional de Chile
El fuego era muy importante para ellos. Siempre lo tenían encendido para no pasar frío. Con él también cocían las carnes y mariscos y se reunían a su alrededor para comer y compartir.

Los kawésqar sabían muy bien lo que era compartir. Todo lo que la naturaleza les daba era disfrutado por los miembros del grupo y con las otras comunidades kawésqar que se encontraran cerca.
¡Imagínate el banquete que se daban cuando tenían la suerte de cazar un lobo de mar o cuando varaba una ballena!
De aquí para allá en canoa
¿Te fijaste en qué medio de transporte fue a buscar alimentos el compañero de Sol?
Los kawésqar eran nómades, no vivían en un lugar fijo. Cuando se les acababa la comida, se trasladaban y armaban un nuevo campamento en otro lugar. Vivían en grupos de 10 a 15 personas. Sus “carpas” o at eran construidas con ramas de árboles, que cubrían con piel de lobo de mar y pasto.

Construyendo un at
Ilustración de Ignacio del Real / Biblioteca Nacional de Chile
Cómo vivían entre muchas islas pequeñas, se movilizaban en canoas que ellos mismos construían. Esa zona de Chile es muy fría, por lo que durante sus viajes encendían fuego dentro de la canoa para abrigarse. Luego, trasladaban la fogata desde la canoa a la carpa.
Así recuerda los viajes en canoa María Isabel Tonko Paterito (mujer kawésqar):

Los kawésqar hacían sus hallef o canoas de madera de coigüe o alerce, atadas con nervios de ballena o ramas, o las construían ahuecando el tronco de un árbol.

Familia kawésqar en su canoa o hallef
Ilustración de Ignacio del Real / Biblioteca Nacional de Chile
También elaboraban canastos para mariscar, acarrear y almacenar alimentos. Los cestos eran fabricados de junquillo, una planta de tallo largo y flexible. Antes de cortarlo, las mujeres piden permiso a la Madre Tierra para cortar y utilizar sus tallos.

Su lengua: hablar sobre lo real
En la escena 2 del cuento hay canciones en otro idioma. ¿Te diste cuenta? ¡Esa es la lengua que hablan los kawésqar!
No se sabe el origen del idioma kawésqar, pero hubo un momento en que 4000 personas lo hablaban.
Los kawésqar solo hablaban de lo que era real para ellos, es decir, lo que podían ver con sus ojos. Por eso tienen muchas palabras para hablar sobre el medio ambiente, las plantas y animales.
Estas son algunas de las palabras que ellos más usaban:

En los últimos sesenta años (en la misma época en que el hombre voló por primera vez al espacio) más y más visitantes comenzaron a llegar a sus tierras. Con toda esa gente nueva, los kawésqar encontraron otra forma de vivir, vendiendo e intercambiando cosas como los cestos y los mariscos que recogían. Sus costumbres fueron cambiando, aprendieron a hablar español, y lentamente fueron perdiendo su idioma.
Hoy, en el año 2022, quedan solo 8 personas que hablan kawésqar, y su idioma en cualquier momento podría desaparecer. Por eso se dice que es una lengua en extinción.
Cuando una lengua muere, se olvidan millones de historias, recuerdos y costumbres; y se pierde la sabiduría de su pueblo.
¿Se te ocurre alguna idea para ayudar a que el idioma kawésqar y su cultura no desaparezcan?
Canciones kawésqar
¿Notaste que algunas canciones del cuento estaban en lengua kawésqar?
Los cantos de la segunda escena son cantos de la tradición cantados por un hombre y una mujer kawésqar*. En la primera aparece el compañero de Sol cantando mientras navega en su canoa (Canción de lobo toruno) y más adelante escuchamos cantar a Luna (Canción de lobo fino). En ambas el o la cantante imita el sonido que hace este animal. El lobo fino es un tipo de lobo marino y el lobo toruno es el macho más viejo de ellos.
*José López y Margarita Molinare.

Esas y otras canciones fueron grabadas por una investigadora llamada María Ester Grebe en 1971, en el poblado de Puerto Edén. Ella viajó hasta allá y se reunió con personas kawésqar para grabarlas cantando y narrando sus leyendas. Así, dejó registro de su lengua y su cultura que ya estaba apagándose.
Si quieres volver a escuchar las canciones del cuento y otras canciones kawésqar grabadas por ella haz click aquí.
La nueva vida de los kawésqar
La llegada de personas de afuera y sus enfermedades provocaron la muerte de muchos kawésqar.
la mayoría de los que quedaron se instalaron en Puerto Edén. Otros se fueron a vivir a ciudades del sur de Chile.

Puerto Edén
Foto de Oscar Aguilera / BBC
Reemplazaron sus canoas por lanchas en las cuales recolectan mariscos. Ya no son nómades ni construyen carpas a partir de ramas, piel de lobo de mar y pasto como las que habitaban Sol, Luna y sus sobrinas. En cambio, viven en casas como las nuestras. Y los niños van a escuelas en las que aprenden en español.
Los kawésqar ahora se dedican a la venta de sus artesanías y de los productos naturales que recolectan y cazan.
¿Qué te parecen estos cambios en la vida de los kawésqar?

Intercambio de tabaco y galletas por pieles y cueros, en Brassey, Voyage of the Sunbeam (1879)
¿Qué son los mitos?

¿Qué son los mitos?
La historia que acabas de leer es un mito que pertenece al pueblo Kawésqar que vivía en los canales del sur de Chile.
Los mitos son historias que se transmiten de padres a hijos, generación tras generación, y que buscan explicar fenómenos de la naturaleza o cómo se creó el mundo desde el punto de vista de los que la cuentan. En el caso de Dos hermanas, este mito explica el nacimiento del día y la noche y de los planetas que vemos en el cielo.
Una característica de los mitos es que incluyen componentes mágicos.
- ¿Qué parte del mito de las Dos hermanas te pareció mágico?
- ¿Qué otro mito conoces?
Si quieres saber más acerca de los mitos pincha aquí.
Mitos y la hora del cuento
¿Qué crees que había en el cielo antes de que Sol subiera hasta él?
Los seres humanos necesitamos respuestas a este tipo de preguntas que explican el mundo en que vivimos.
El mito de las Dos hermanas ha sido contado de la voz de padres a hijos y de abuelos a nietos, hasta llegar a nosotros.
Los kawésqar tenían la costumbre de contar cuentos cada noche junto al fuego, era un momento muy importante para ellos. Los adultos narraban mágicamente las historias, imitando los sonidos de los animales y de la naturaleza. Así transmitían su cultura a los más pequeños, que se sentían protagonistas de los relatos y vivían aventuras maravillosas.
¿A ti te gusta que te cuenten cuentos? ¿Cuáles son tus favoritos?

Familia kawésqar reunida frente al fuego
Ilustración de Ignacio del Real / Biblioteca Nacional de Chile
Los relatos kawésqar siempre trataban sobre la naturaleza que los rodeaba, como este cuento del martín pescador, un pájaro que habita en la zona en que ellos vivían:

Origen del mundo
Hay muchos pueblos que han creado mitos sobre el origen de los astros, el día y la noche. Por ejemplo, los aztecas, antiguos habitantes de México, decían que el sol había nacido luego de que un habitante de su ciudad se lanzará al fuego. En Peru, los chamas imaginaron que sol y luna eran dos hermanos que vivían en la selva peruana.
Como los kawésqar vivían cerca del agua, ellos explican el origen del sol, la luna y los planetas con una historia que se desarrolla al borde de los canales más al sur de América.

Paisaje donde habitaban los kawésqar
Foto: chilesustentable.net
Las niñas, luceros
¿En qué crees que se transformaron las niñas una vez que subieron al cielo?
Existen algunas luces que podemos ver cada noche y que a primera vista parecen estrellas. Pero si observas con atención, notarás que cinco de ellas no titilan: su luz permanece constante. Esos son los planetas que podemos observar desde la tierra: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Marte despide una luz más rojiza, en tanto que el que se puede ver con más facilidad es Venus.
Las traviesas y juguetonas niñas del mito representan a esos cinco planetas.

Venus en el cielo estrellado
Imagen: Envato, Gregory_bruev
Conversemos

Repasemos la historia
- ¿Por qué todo es oscuro al inicio del relato?
- ¿Adónde decide ir Luna, y por qué?
- ¿Qué encontraron Sol y Luna en el cielo que deciden quedarse a vivir ahí?
- ¿Cómo cambió la luz del mundo cuando Sol, Luna y las niñas se reunieron en las alturas?
- ¿En qué se convirtieron las niñas cuando subieron?

Compartamos experiencias
- ¿Qué te gustó del cielo? ¿Qué te gustó de la tierra? ¿Dónde preferirías vivir?
- Si pudieras elegir, ¿qué alimentos quisieras que cayeran del cielo?
- ¿Qué alimentos has recolectado tú de la naturaleza?
- ¿Qué te parece que Luna se haya ido a un lugar desconocido a buscar comida?
- Ahora que conoces este mito: si miras el cielo, ¿qué crees que hace esta familia durante el día y la noche?
- Si conocieras a una persona kawésqar, ¿qué le preguntarías?

Observar y descubrir
- ¿Cómo era el paisaje y el clima donde vivían los kawésqar? (Ver escenas 1 y 2)
- ¿En qué se diferencian y en qué se parecen los kawésqar a ti?
- ¿Cómo son las canciones kawésqar de la escena 2? ¿Qué sientes cuando las escuchas?
- ¿Cuáles son los colores que más utiliza la ilustradora de este cuento? ¿Por qué crees que eligió esos colores y no otros?
- ¿En qué se diferencian las escenas que suceden en la tierra con las del cielo?
¡Hagamos un acordeón del día y la noche!

¡Hagamos un acordeón del día y la noche!
¡Qué suerte tener al sol que durante el día nos alumbra y nos calienta! ¡Y qué linda la luna que aparece al irnos a dormir!
Te invitamos a hacer un acordeón mágico. Dependiendo desde donde lo mires, podrás ver la luna o el sol.
Materiales
- Una hoja blanca de 30 x 21 centímetros (tamaño carta o A4)
- Una hoja blanca (ojalá más gruesa) de 15 x 42 centímetros
- Pegamento
- Lápices de colores (de cualquier tipo)
- Tijeras
Instrucciones
1. Toma la hoja blanca más corta (30 x 21) y divídela por la mitad. En la mitad de arriba dibuja el sol; en la mitad de abajo dibuja la luna.

2. Colorea tu dibujo.

3. Divide la hoja en líneas verticales de 3 centímetros.

4. Recorta por las líneas que dibujaste y déjalas ordenadas a un lado.

5. Corta por la mitad cada una de las tiras y ordénalas intercalando una tira del sol y una tira de la luna.

6. Dobla la hoja de 15 x 42 centímetros cada 3 centímetros, en forma de acordeón (una vez para cada lado), como en la foto.

7. Pega en la hoja más grande intercaladamente las tiras del dibujo del sol y la luna. Si al terminar te sobra espacio arriba o abajo, puedes recortarlo.

8. ¡Listo! Levanta tu acordeón y fijate que si lo miras desde un costado verás solo la luna y si lo observas desde el otro, ¡tan solo verás el sol!

¡Juguemos!

¡Juguemos!
Graba el cuento con tu propia voz
Atrévete a jugar con tu voz y graba la historia como tú quieras.
Puedes inventar una historia diferente o cambiar los nombres de los personajes. Si tienes algún instrumento, intenta agregarle música.
Encuentra las siete diferencias
Diviértete encontrando las siete diferencias entre estas dos imágenes de Raquel Echenique que pertenecen al cuento Dos hermanas.


Juego de la pelota kawésqar

Los kawésqar hacían sus propias pelotas. Las llamaban yetáb y eran hechas con un pedazo de cuero, musgo o pasto húmedo para el relleno y una cuerda o tendón de algún animal para cerrarla y agarrarla.
Te invitamos a crear tu propia pelota con materiales que puedes encontrar en tu casa.
¡A jugar como un kawésqar!
Materiales
- Un pedazo de género que sea más grande que el tamaño de la mano de un adulto.
- Una cuerda o cinta larga (80 centímetros)
- Para el relleno usa piedritas, conchas de mar, pasto seco o cualquier elemento pequeño que encuentres.
- Un recipiente (balde, macetero, caja, etc.).
Instrucciones
1. Estira el género sobre una superficie plana y rellénalo con las piedritas u otros elementos que escogiste.

2. Cierra el género formando una pelota. Ata la cuerda haciendo un nudo firme para que no se caiga el relleno. Deja un pedazo de cuerda libre para poder lanzar la pelota.


3. Coloca un balde, una caja o cualquier recipiente en que quepa la pelota a una distancia de dos o tres pasos de ti.
4. Ubícate en el lugar de lanzamiento.
5. Toma la cuerda, levanta el brazo y haz girar la pelota por encima de tu cabeza hasta que agarre velocidad. Lanza la pelota hacia el recipiente e intenta que caiga adentro.

6. ¡Verás que requiere de mucha práctica y concentración!

Sigamos Leyendo
Otros mitos sobre el origen del Sol y la Luna

El Sol, la Luna y el Agua. Un cuento de Nigeria
Laura Herrera/ Ángeles Vargas

El dueño de la luz. Cuento Warao
Ivonne Rivas/ Irene Savino
Otros libros de mitos chilenos

Elal y los animales
Ana María Pavez, Constanza Recart/ Raquel Echenique

Mitos y leyendas de Chile
Floridor Pérez

Kai Kai, la cuidadora de las aguas
Rafael Rubio/ Raquel Echenique

Mitos de Chile. Enciclopedia de seres, apariciones y encantos
Sonia Montecinos
Otros libros sobre el sur de Chile

Los delfines del sur del mundo
Ana María Pavez, Constanza Recart/ Raquel Echenique

Tras los gigantes del fin del mundo
Isabel Guerrero/ Gabriela Urrutia
Libros sobre el día y la noche

Cuando el sol despierta
Giovanna Zoboli/ Philip Giordano

Buen día, buenas noches
Margaret Wise Brown/ Loren Long
Libros informativos sobre la luna, el sol y el universo

¡Mira al cielo!
José Ramón Alonso/ Beatriz

El Sol. Contemplando el cielo desde la prehistoria hasta nuestros días
Peter Goes
Otros libros del escritor Claudio Aguilera

La cabeza de Elena
Claudio Aguilera/ Karina Cocq

Mi papá no sabe cantar
Claudio Aguilera/ Patricio Mena

9 Kilómetros
Claudio Aguilera/ Gabriela Lyon

Ilustración a la chilena
Claudio Aguilera/ Varios ilustradores

Hermanos
Claudio Aguilera/ Pati Aguilera

Ahí
Claudio Aguilera/ Vicente Cociña
Otros libros ilustrados por Raquel Echenique

Diez pájaros en mi ventana
Felipe Munita/ Raquel Echenique

Pikinini
José Miguel Varas/ Raquel Echenique

El alerce, gigante milenario
Alicia Hoffman/ Raquel Echenique

La niña de la calavera
Marcela Recabarren/ Raquel Echenique

Luchín
Víctor Jara/ Raquel Echenique

Viaje al corazón de Neruda
Marilú Ortiz de Rozas/ Raquel Echenique
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Bibliotecas digitales gratuitas, para leer en línea:

Biblioteca Pública Digital
https://www.bpdigital.cl/
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Biblioteca regional de Atacama
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Biblioteca Gabriela Mistral - La Serena
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Biblioteca "Santiago Severín" de Valparaíso
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Biblioteca de Santiago
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Biblioteca de Los Lagos
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